lunes, 21 de diciembre de 2009

el valor de la confianza

El valor de la confianza.
Rezan así las terminaciones de muchos documentos internos a modo de firma corporativa
del banco Sabadell.
No solo los empleados sufren esta atroz coletilla, sino que en dípticos, carteles, dípticos, los clientes también reciben estoicamente y asqueados el bombardeos publicitario con resignación.
Aun así van pensando en lo suyo, con mirada fija, en blanco y perdida en la cartilla de ahorros, llenos de temor y ansiedad.
Esta peculiar coletilla aparece en la documentación de los empleados cuando reciben o mandan algún documentos oficial del banco Sabadell, y en la propaganda los clientes.
Nadie se salva, el valor de la confianza vale para todo, y para todos.
Esta consigna repetitiva es parte de una nueva campaña para incentivar dios sabrá que.
¿Quizás a los empleados, a los clientes, al consumo crediticio, a ellos mismos?
¿Quizás se trate de una broma de un grupo anti sistema infiltrado en el Sabadell?
Yo creo haber conseguido averiguar la autoria ideológica de esta frase panfletaria de “el valor de la confianza” .
Es un aburrido y desquiciado departamento de recursos humanos del banco Sabadell.
Monótona y periódicamente les toca hacer estas tareas, como periódicamente a un limpiador de oficinas le toca limpiar los retretes.
“El valor de la confianza” es como se les ha ocurrido llamar a esta campaña para aumentar las ventas y motivación interna en el Sabadell tras el crack bancario .
!Son geniales! con gente así conseguiremos hacer caer !por fin! toda la banca, y sin derramamiento de sangre.
Parece más que un canto de sirenas para atraer incautos náufragos del capitalismo, una subnormalidad.
Si el departamento de recursos humanos del banco Sabadell quería ser hipócrita y cínico en esta nueva labor ha fracasado.
Mi objetivo con esta editorial no es denunciar el cinismo de esta ofensiva o afronta del departamento de recursos humanos.
Lo que pretendo es salvar al departamento haciendo una campaña de motivación realista y sin mentir.
Por ello, Yo soy” El valor de la confianza” . Todos debéis “confiar en mí”
Casi todo el mundo esta acostumbrado a vivir en un mundo hipócrita, y nadie repara en estos hechos invisibles por cotidianos.
Conforme leemos el lema” el valor de la confianza “ , lo olvidamos al mezclarlo con los otros “ el valor de la amistad”, “el valor de la solidaridad”, “ el valor de la vida” “el valor de la juventud” “el valor de mahou cinco estrellas”...No lo olvidamos por contrariar al esforzado departamento de recursos humanos, sino por habituación.
Si queremos hipocresía cándida, no hace falta quedarnos con el lema canallesco y de baja estopa de un banco.
La tenemos de más altura con Míster Obama, caudillo supremos de los ejércitos de occidente, ese si que tiene el valor de la confianza.
Debiera el departamento de recursos humanos del sabadell plantear un demanda a través de su bufete de abogados al presidente Obama por desprestigiarles la campaña. Por lo menos hasta que le peguen un tiro en la cabeza como a Kennedy. Hasta ese momento tiene todo el valor de la confianza del mundo.
Esa coletilla es más suya más que vuestra, al igual que la de we can.
Podemos con todo, ya lo vemos Obama, hasta con el nobel de la paz.
Por ello en cinismo su campaña os gana, y no voy a permitir que ante el enemigo americano con el que estamos en guerra quedemos en ridículo.
Yo que he leído más libros que esta pandilla de pedantes inútiles del departamento de recursos humanos del Sabadell, que se más filosofía , que soy más listo, más inteligente, les ayudare a hacer una campaña hipócrita reflejando la realidad.
Seré honestamente cínico, o cínico sin serlo.
Departamento de recursos humanos, escuchadme: dejar de chatear con el ordenador, de jugar al parchís, de comprar, de mirar las piernas y el escote del putón de la psicóloga, de plancharle los calzoncillos al amo Oliu y de decir que es más alto y guapo que Botín. Os habla angelillo.
Escuchad y obedecer : quiero en esta nueva campaña que en todos los documentos emitidos desde ahora por el Sabadell, en todos los cheques, en todas las cuentas de ahorro, en toda la publicidad, se ponga la siguiente coletilla al final del papel: “ El trabajo os hará libres” .
Con este lema conseguiremos vencer totalmente la débil resistencia psicológica de empleados y clientes.
Quiero ademas que por megafonia en todas las oficinas bancarias del sabadell, a cada hora se emita esta frase a todo volumen:
“ el trabajo os hará libre, el trabajo os hará libres, el trabajo os hará libres” sonando la música de fondo a modo de eco de las valquirias de Wagner.
!Sacad de mi mente las vacías palabras que suenan falsas y no motivan!
“el valor de la confianza”, menuda imbecilidad.
¿ Y de verdad a vosotros os pagan por pensar eso?
Más que valor tenéis suerte de que en este mundo la gente sea tan cobarde e imperfecta.
Si hubiera algún hombre puro y justo entre los empleados, desempleados, clientes y embargados del sabadell, como el que busco Diogenes con un candil, surgiría de esa nada el INMACULADO. Avanzaría agigantándose como un centauro homicida sobre vosotros tras escucharos proclamar: “el valor de la confianza”.
Pero tenéis confianza en algo. Subalternos, clientes, proveedores... van a aceptar vuestro cinismo sin protestar, construyendo vuestro camino con su esfuerzo y pasividad vital estas gentes de mirada perdida, tan igual a la que tienen los humillados, los represaliados, los lisiados, los siervos, los animales heridos y los perros atados.
Sabéis que el valor de la confianza de empleados y clientes esta en que no les despidan antes de acabar el día, y a los que entraron a firma una hipoteca de 50 años en que no les dejéis en la calle.
Ahí esta vuestro valor, en seguir hasta el final con confianza y sádica crueldad explotando toda persona que os de un mínimo y gratificante beneficio.
Para eso hay que tener valor, y confiar mucho en que no te devuelvan con la misma moneda lo que tú estas haciendo. En otros tiempo los anarquistas, los comunistas, los sindicalistas...
!Menudo lema habéis cogido para vuestra campaña!
Con lo que esta pasando, ¿ Quien os va creer, bárbaros, con eso del valor de la confianza?
Sustituirla por “el trabajo os hará libres”. Esta frase esta llena de historia:
Escrita en la puerta por donde entraban los judíos al campo de concentración alemán de Auschwit les daba la bienvenida, explicándoles a su vez el sentido de su existencia. Con una frase mataban dos pájaros de un tiro.
De este modo ideologicamente os vais acercando a vuestro sello distintivo de corporación. Sin ocultismos, ni falsas vergüenzas.
Y para el cliente con hipoteca de por vida, cuando lea “el trabajo os hará libres” se sentirá reconfortado para soportar los muchísimos años que le quedan de estar con vuestras mercedes.
Como veis, estoy dispuesto a poner mi gran talento en vuestra causa.
Juntos: “ nosotros podemos”
Angelillo con la esperanza de que los bancos se queden con todo el dinero de las cuentas corrientes de los pobres de todo el mundo para ver que hacen, nada.

lunes, 14 de diciembre de 2009

ONG y fuerzas de seguridad

conciencia social de los cuerpos de seguridad del estado .
No solamente estos fríos días de navidad donde por motivos chabacanos e incomprensibles se conjura todo el mundo para tratar de disimular la mancha humana que salpica por su injusticia, hedor, nuestros delicados ojos con las grotescas figuras de los que viven en el fango, haciendo buenas obras con ellos.
Lavar conciencia es obligación estos días.
Los niños y las niñas se conmueven del perrito abandonado por los naranjos de vall d'uxo medio nevados.
El padre estos días se conmueve pasando por el caminas y viendo la enorme fila de 18 kilómetros de prostitutas negras y de Europa del este, en este famoso caminos de los viernes que va de Nules a Castellón, donde con temperaturas bajo cero estas criaturas animalizadas van semidesnudas, a los pies de los tacones de estas princesas sin patria descansan unos trozos de madera con los que hacen hogueras para no morir como animales congelados.
El padre que en verano de vez en cuando se escapa para gozar de la negra, y olvidar a la blanca por 5 euros, ahora conduce con pena viendo los rostros helados y sin expresión de estas flores olvidadas.
También por la misma conjura nos dan más pena las personas que se arrastran sobre una tabla con ruedas porque les faltan las piernas, los deficientes mentales, los pordioseros a los que lanzamos en esta ocasión los céntimos de la devolución de la compra del pan sobre sus ennegrecidos dedos.
También reparamos con tristeza sobre los idiotas y las idiotas, los maníaco-depresivos.
Todo esa tristeza melancólica pseudopicótica nos hace sentirnos felices y mejores personas, dándonos un reconfortante espíritu navideño, al igual que los miembros de ONG con sus pobres del mundo.
Es navidad y el calendario manda en estos días sentir la miseria de los demás como nuestra.
Golpe al pecho, oremos y limpiemos bien limpia la conciencia.
Las mujeres del cuerpo nacional de policía, y la local también tiene su fibra sensible.
Es navidad, y se les sale por el uniforme.
Estos día nos cuentan que estos cuerpos de seguridad a los que se acusa de 5000 torturas sobre detenidos en este 2009.
Año que ha sido tan sucio y ensangrentado como el 2008.
Las mujeres de estos cuerpos de policía acusados de tortura se desnudaran para recaudar fondos para los niños de África que pasan hambre.
Yo, como queda poco para navidad no he querido decirles nada para no darles un disgusto.
Lo que las agentes no saben es que estos mismos chicos y chicas a los que ayudan, son los que vendrán en pateras y estarán en un centro de detención para gente que no ha hecho nada ¿ o sí?
Venir a España, la nación que les dio una limosna de unas policías que se desnudaban para recaudar fondos para los que vendrán en pateras y torturarán en centros de inmigrantes.
Las torturas no las hacen desnudos los policías, solo están sin ropa las victimas que no salen en calendarios, incluso tratan de silenciar los funcionarios estas torturas haciendo firmar a la cruz roja un documento donde se comprometen en las visitas que hagan junto con otras ONG en estos centros de detención, de que vean lo que vean, no denunciaran.
Muy humanitarios son estos policías miembros de ONG, que piden democracia y medidas sindicales en los cuerpos del estado.
Ahora vestiditas y vestiditos las policías y los policías con ropa de uniforme al estilo de las SS la Nacional, y el sempiterno folclórico uniforme verde con tricornio y botas hasta la rodillas bien ajustadas, los policerdos de la Guardia civil.
Se emplean a fondo con los inmigrantes concentrados, inocentes e indefensos, sabiendo de su impunidad porque no se judicializan estas causas.
En el centro de detención pasaran los niños de África que ayudaron desnudándose la policía social, 40 días detenidos, los mismo que Noe en el arca, y luego a la calle.
Las mujeres negras irán a buscarse la vida al “Caminas” donde la visión de estas flores de lodo le dará un disgusto a un Padre honrado y trabajador vestido de papa Noel para su hijo el día de noche Buena.
Y los mozos negros irán como mulas yunteras a la construcción para el amo burgués por 3 euros la hora, durante 14 horas, o venderán CD en una manta, o a traficar para algún cerdo policía nacional, local o guardia civil.
La hipocresía, el cinismo cruento va más allá de los alegres días de la natividad donde los indigentes desde los alto del supermercado nos sonríen fraternalmente, dando espíritu cálido y redentor al inmundo acto de comprar en un supermercado.
No es solamente el cuerpo de policías, bomberas, enfermeras, maestras, monjas, las que se ponen en bolas por una buena causa.
Ahora durante todo el año tenemos funcionarios y cuerpos de seguridad del represivo Estado Español con conciencia social en organizaciones civiles, sociales, ONG.
Yo a menos de un kilómetro tengo al enemigo ecologista.
Tras aparcar el tanque en doble fila en el cuartel de Betera, un vecino de Vall D'Uxo coge el coche y acelera, escuchando a Raimon y Iron Maiden para llegar a comer a casa.
Entra y le da un beso en los labios a su mujer blanca, y otro en la mejilla de su hijito rubio.
Deja la pistola el la cómoda y a los pies de la cama las botas de acero.
Tras comer sale de casa con la bicicleta y calzando sandalias a la sede de un grupo ecologista de Vall D'Uxo llamado la Vall Limpia, famosa por sus paseos por la montaña y por una revista subvencionada por el Ayuntamiento.
Durante los años que llevan constituidos a parte de romper un par de trampas para pájaros, desbrozar un par de caminos, no tiene más en su currículo.
Campo para luchar tiene, ya que Vall D'Uxo es un desastre urbanísticos que ha declarado la guerra a sus árboles, fauna y montes.
Fui a hablar con ellos a sabiendas de que jamas han protestado por nada.
Por curiosidad de saber de ellos me presente, y les expuse mi opinión, y un plan para alzarnos en movilizaciones sobre el Ayuntamiento, ya que causa había, y la hay por salvajadas urbanísticas . Las actuaciones serían mediante manifestaciones pacificas delante de las máquinas, recogidas de firmas, y en fin todo lo típico que se suele hacer.
Me contestaron que jamas se manifestarían contra del Ayuntamiento, ya que era un acto subversivo del que nunca formarían parte, solo les falto levantar el brazo con la mano abierta. Aunque estoy seguro de que lo hicieron junto con el habitual corte de mangas, como el que yo les hice cuando cerré la puerta.
Había algo extraño en ese grupo de personas, así que dejaron de interesarme las montañas que estaban reventado una empresa fascista llamada Hermanos Ventura, para interesarme ese grupo siniestro de ecologistas.
Imitando a la fraternal policía secreta de esa maravillosa nación que asesinaron llamada:
La República Democrática Alemana ( La RDA), como uno de sus agente de la Stasi que nos protegían junto con el telón de acero y los enormes y todopoderosos blindados T-34 soviéticos del enemigo capitalista. Conseguí averiguar quienes eran, donde trabajaban, que cargos tienen, donde viven...
En este grupo ecologista hay uno que conduce un blindado.
Hay dos que son guardia civiles, también hay infiltrados policías locales, miembros declarados anti bolcheviques, anti anarquistas y anti revolucionarios, pero organizados como ecologistas empedernidos.
Llegado al clima que hemos llegado recomiendo que se busque, localice, se den informes de ONG donde haya entre sus filas cuerpos de seguridad del estado, funcionarios, empresarios, banqueros, contrarrevolucionarios y pijos.
Observar a los servidores del imperialismo-capitalismo, se están infiltrando en las organizaciones sindicales, obreras, civiles.
Yo no creo que sean casualidades los secuestros a miembros de ONG y que los guardias civiles estén en la Vall Limpia.
Hace unos días unos soldados españoles, los mismo asesinos de niños en Afganistán, Iraq, Somalía, pedían medidas democráticas en esa ONG que nos quieren hacer ver que es el ejercito, y que yo cada día veo más como una ONG, pues una ONG es una forma de ocupación, como el ejercito imperialista español.
En casa los soldados quiere democracia, y el exterior estos fanáticos la imponen con sus blindados sobre las calaveras de las mujeres a las que van a dar la libertad.
Enciendes la televisión y ves otro lavado de conciencia al tipo la vall limpia, pero a estos la gracia de ir de progresista, el intento de lavar su sucia conciencia les a salido mal, para mi infinita alegría.
Los miembros de la caravana solidaria que están secuestrados por Alcaeda. ¿Quienes son?
Realmente nada: una funcionaria judicial, un pijo hijo de un millonario catalán cuyo padre era alto cargo con Pujol, y otro rico.
Gente que tienen la necesidad de ver la miseria para presumir en sus reuniones sociales, ligar, destacar, copiar una personalidad de la que carecen, necesidad ir de comprometidos, de hacer turismo lacrimoso a costa de una organizaciones pro capitalistas u ONG, gente enferma, viciosa, con la necesidad mórbida y sado-masoquista de sentir viendo como otros lo pasan mal.
Esa sería la definición clásica de un cooperante o de un jesuita, añadir que son pedantes, que van de intelectuales, son orgullosos y engreídos.
Yo he conocido alguno, y pese a ser la persona más tolerante y pacifista del mundo como sabéis , poseer un grandisimo autocontrol, he tenido que hacer muchísima fuerza para no estrangularlos.
Muchos superan así es divorcio, los psicólogos lo aconsejan y los psiquiatras también: si tu mujer te engaña, vete a una ONG.
Motivos para ser miembro de una ONG hay muchos.
Curan sus problemas de soledad, incluso los económicos ya que hacen un contrato de 3 meses y 800 euros.
Otros encuentran en una ONG la dominación extrema que no pueden alcanzar sobre personas normales, y si con drogadictos, con discapacitados, hambrientos, pobres del tercer mundo que llegan a pedir ayuda a estas organizaciones.
Luego están los que tiene problemas morales como los guardias civiles, militares, policías.
Van de gente comprometida, cuando muchos son impresentables funcionarios, niñatos, y últimamente hasta empresarios arrepentidos a través de crisis epilépticas en cuyos raptos revolcándose por el suelos entre la crisis nerviosas, vómitos, temblores escuchan voces que les ordenan hacer el bien, y ganar el doble de dinero para hacer mayor bien a la humanidad.
Yo os digo, juro, prometo, aseguro que ese es el perfil de los miembros de la ONG que dicen en los telediarios que los hemos perdido en el desierto gracias al secuestro de los soldados de Alcaeda.
Yo espero que apliquen el mismo rasero que empleo España en el sahajara, si lo coges te lo quedas.
Aquí que no los devuelvan por navidad para que Ana Rosa Quintana los entreviste.
Y en verdad no los hemos perdido, sino que hemos ganado el que no estén aquí estos turista de ONG, cuyo compromiso social no puede existir con dos aburguesados y una funcionaria.
Al igual que no se puede tolerar guardia civiles, militares, en asociaciones obreras, ecologistas, vecinales.
El lugar de los cuerpos de seguridad es fuera de la sociedad, frente a nosotros, es el enemigo, son elementos contrarrevolucionarios muy peligrosos.
Es un hecho que hay que divulgar para localizar y extirpar este cáncer social, no solo en el desierto, como espero que ocurra, sino en territorio nacional.
Vigilad, vigilad, vigilad, vigilad, vigilad, vigilad, vigilad porque en vuestra ONG de confianza, en vuestra asociación obrera, en vuestra protectora de animales, en vuestro grupo ecologista, en vuestra parroquia, entre vuestros amigos, incluso en vuestra familia, puede haber un madero, un funcionario, un militar, un empresario que es ecologista, sindicalista , o socio de amnistiá internacional.
Es difícil distinguirlos ya que están muy camuflados.
Su piel es parecida a la nuestra, su aspecto con rastras, con pircins, con vaqueros rotos y camisetas de Nirvana, tocando la guitarra, los asemeja a los hombres, pero lo que os aseguro es que su espíritu y su humanidad es diferente: Ninguna.
Ángel angelillo por un mundo sin estados, fuerzas represivas, cooperantes, ecologistas, ONG, ni pijos.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Sansón

Sansón.
En esta fría mañana de diciembre en medio de un mundo de filisteos en crisis, donde la espiritualidad que unía a los hombres se perdió.
Abandonados, embrutecidos, individualizados, deambula la humanidad náufraga de su sistema, intentando volver a construir el arca del capitalismo arrasado por sus turbulentas aguas.
En el 31 cumpleaños de la democracia la bota del burgués sigue oprimiendo la vida, se ha unido a su labor la alpargata del sindicalista y la del obrero.
Juntos quieren caminar por la senda del crecimiento.
Hacen camino sobre la sangre que cae de las espaldas fustigadas de los que llevan un yugo que les obliga a tirar del carro.
El amor, la fraternidad, el sentimiento de unión de encontrarte en este semejante que esta sobre el carro, a un ser con alma y espíritu igual al hombre yuntero, es un acto de esclavitud contra el que también hay que luchar.
El hombre solo se puede quitar el yugo sacudiéndolo, y arrojando al polvoriento suelo a los que van en el carro para ser aplastados por la giratoria rueda del instrumento que mandaron construir para su beneficio.
Un burgués, un empresario, un funcionario, un obrero opresor no es un ser humano, no es un semejante, y por tanto no puede haber amor, ni protección humana, ni divina hacia el.
Este fría y descorazonadora mañana donde se preparan los faustos de la fiesta de esta fascista democracia; miro el grisáceo cielo vacío e indiferente a nuestro pesares.
Una vieja nube que se lleva el aire adquiere la forma de Sansón, el ultimo de los jueces de Israel.
Fue un hombre de conductas justas que comprendió que a ciertos hombre no se les puede amar. Dios por ello estuvo con él.
Atrapado por sus vengativos semejantes tuvo la iluminación Sansón de pedir ayuda al Señor.
El Todo Poderoso apiadado por la desdicha de Sansón comprendió las razones justas que tenía para suicidarse matando a todos sus enemigos.
En la biblia Dios esta con los que se inmolan.
Es incomprensible que la democracia fundamentalista que tenemos ultra católica, que se felicita de ser laica y jura los cargos oficiales del Estado delante de un crucifijo, que se niega a quitar los mismos de los colegios, critique tan duramente a los terrorista que mueren inmolándose, cuando la religión cristiana es firme defensora de matar muriendo.
Yo que no tengo fe pido una señal para recuperarla:
-!Señor escuchame! Ayudame a creer a tener fe en tí, en tu justicia divina, ya que la humana no vale nada.
-Señor, llena el congreso de los diputados con empresarios, reyes, nobles, jueces, congresistas y ministros de Dios. Pon a un joven anarquista acusado de terrorismo callejero de los muchos que están detenidos en las cárceles del Estado español, donde son horriblemente torturados por los funcionarios filisteos que tiene en nomina el burgués.
Coloca al joven encadenado entre dos pilares del congreso, como hace la guardia civil en los centros de detención para inmigrantes.
Cuando estos filisteos- burgueses estén disfrutando torturando al anarquista para celebrar los 31 años de democracia, y el buen estado que se encuentra las libertades conseguidas.
Cuando exhiban a los medios de comunicación como inmolan a un disidente del sistema para que tome conciencia el pueblo español de como se defienden los principios democráticos.
Entonces, dale Señor en ese momento de máxima audiencia fuerza al superhombre anarquista para que tire abajo el congreso matando a todos.
-Señor, si haces esto por los oprimidos como hiciste en tiempos pretéritos, yo creeré en tí, seré tu siervo, creeré en la religión del Amor.
De lo contrario seré tu encarnizado enemigo.
Esta fría mañana de diciembre cercana a la celebración del 31 aniversario de la democracia, en plena crisis económica silenciada por la manipulación de los medios de comunicación.
Acallada por la falta de espíritu y vitalidad de mis semejantes, veo en un cielo vació y gris alargarse agigantada la noble figura de Sansón que me da abrigo, esperanzas y calor.
Ángel( angelillo ) con cariño a los que dieron su vida por la liberación humana, y a los que están en prisión.

martes, 1 de diciembre de 2009

reflexiones sobre el trabajo

Sísifo.
Al recordar el viejo mito de Sísifo no puedo menos que sentir mi vida asociada a la dura carga que este llevaba.
Supongo que habrá miles de formas de interpretar el mito, algunos preferirán en ver la victoria de Sísifo sobre los dioses.
Un mismo trabajo se puede interpretar de mil maneras, y afrontar de mil maneras, mi forma de entender este mito es horrendamente trágica; aunque esta es mi particular interpretación, que no se corresponde con la gran parte de la humanidad; para muchos Sísifo no es un héroe cargado de dolor y frustración, sino un ser victorioso, que aunque realicé un trabajo estúpido, que es una de las peores cosas que le puede pasar a un ser humano, esta realizando un trabajo, siendo este el destino de los seres humanos.
Si eliminamos la conciencia o el sentido critico del mismo, da igual que se cargue diariamente con una piedra, que se este frente a una maquina que escupe azulejos iguales y un individuo debe ver en milisegundo si uno ha salido un poco mal, o da igual estar cargando cajas en cualquier sitio del mundo durante 12 horas. Hoy en las modernas sociedades capitalistas el mito de Sísifo lo personifican millones de seres humanos, en miles de fabricas, la carga de todos estos seres sobrepasa por millones el peso de la sencilla piedra de este, por ello miles de personas ven en el no un ser trágico sino un ser lleno de plenitud, con un destino semejante al suyo y si les preguntan, muchos dirán que no lo ven de forma trágica, incluso verán en el un símbolo positivo de su existencia.
Explicaré brevemente el mito, Sísifo fue castigado por los dioses a subir a lo alto de una montaña una enorme roca, una vez la roca tras el arduo esfuerzo llegaba a la cima caía por la ladera, entonces descendía Sísifo y volvía a subirla, así una y otra vez durante toda la eternidad, a mi modo de entender el relato no es solamente el esfuerzo de subir el enorme peso lo que me conmociona y hago mío, sino lo absurdo de la propia actividad, lo inútil del mismo, tras tanto padecer para subirlo volvía a caer y debía volver a emprender el camino sabiendo el resultado.
Así suelo sentirme yo, acaba un día y al siguiente vuelvo a emprender automáticamente el mismo camino, sólo que en cada viaje, cada día, cada año, me siento peor, me pesa todo más, me siento más frágil y sensible, debería acostumbrarme, pero moralmente no puedo acertar como forma de vida el sufrimiento en su forma de condena impuesta por el deber de subsistir, realmente lo que hago no es ni más ni menos que un castigo del cual nadie se beneficia, yo pierdo mi fuerza vital, mi libertad, mi salud, hago perder la de los demás, contamino el mundo, contamino mi amada naturaleza y sobrevivo a cambio. La forma de hacerlo es precariamente, recibo lo justo para subsistir por eso hablo de condena porque no hay forma de abandonar la dichosa piedra que esta siempre delante de mí, no hay más camino que el que sube a lo alto de la montaña, alrededor esta yermo, han colocado el camino en un desierto y lo vigilan para que nadie escape, como en el infierno donde moraba Sísifo era custodiado por Hades.
Uno de las cuestiones que más me intriga del drama de este héroe que ejemplifica mi drama existencial, seria saber su opinión, no solo la intuición que tengo yo de el. Mi forma de interpretarlo es como camarada de infortunio, como referencia para explicar mi existencia, en esta opinión a mi alrededor estoy bastante solo, cuando cuento mis sentimientos suelo ser reprendido, acusado de insolidario, al no aceptar de buen grado el castigo, incluso me dicen que lo de castigo, injusticia, lo de drama, lo de las imposiciones es mentira, producto de mi enferma imaginación, de mi vagancia y mi cobardía, por eso me encantaría poder saber su opinión, en su caso, Sísifo no diría que lo del castigo es una invención, lo que si me intriga es como resuelve el drama de cargar siempre la piedra y lanzarla ladera a bajo, en mi forma de entenderlo es un tormento insoportable muy parecido a mi día a día, haciendo algo igual de enajenante, empobrecedor, destructivo, condenatorio, aborrecible, indigno, pesado como arrastrar una enorme carga, insolidario para el mundo pues lo ensucia, de esta actividad sólo se beneficia un burgués que se complace tanto del sufrimiento, como del beneficio que obtiene del drama personal del que se alimenta, al igual que los dioses se complacían con el sufrimiento de Sísifo.
Pero esta es mi forma de entender el absurdo, la existencia, que no coincide en como la resuelven la mayoría de mis semejantes, depende del grado de conciencia y critica que se tenga, como llevo recalcando casi toda la narración para muchos la piedra no es un castigo, no es un absurdo, es un deber, y bastante real, un reto perpetuo que se repite y del que no quieren salir ,pues llega a ser hasta dichoso para ellos sentir la fuerza de sus brazos empujando la enorme mole subirla hasta lo alto y decirse la he vuelto ha subir mientras contemplan como cae sin que le cause frustración, ni siquiera se lo plantean ya que todo el trayecto son conscientes del destino que le espera a su esfuerzo, y desde lo alto viendo como cae la piedra descienden orgullosos a su encuentro para volver a cargar con ella. Mi descenso no esta lleno de orgullo, sino de dudas, de miedo, de angustias, me giro buscando por donde huir pero no hay otro camino, hay momento en los que freno el ritmo del paso, pero cuando más tardo en bajar más sufro, más duras se muestran mis reflexiones, mi corazón se llena de angustia y desesperación, también hay cabida en el para el odio, la rabia, en mi descenso hay lugar para las acusaciones y mi cabeza se llena de planes de ataque, pero el miedo a las consecuencias me paraliza, la soledad en la cual estoy no me permite contar con nadie que me ayudara a realizar mis planes, así que desciendo y cargo nuevamente con la roca, sin esperanza y empiezo a tirar de ella, con dos pesos el de la piedra y el de la angustia.

poesías

Sabanas negras.
Una hermana.
Durante diez años han visto mis ojos.
Para en todo este tiempo,
Entregados besos y abrazos,
Hayan frenado el impulso
De la llamada a la insurrección,
Del deseo sobre la amistad.
Nuestros cuerpos entrelazados,
Enredados entre sus brazos,
Deslizándose fuertemente.
Parados con dolor.
Al no consumar su victoria:
La pasión.
Estrangulada por la incestuosa hermandad.
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Nunca me negaste un beso.
En ellos encontré lo más profundo y sufrido,
De mi amor por ti.
Mis Enfermedades, desconsuelos, angustias
Desvelos te entregue.
Triste ofrenda he dado a quien amo.
Penas por rosas, melancolía por joyas.
Cada uno de mis pesares soportaste.
Pese a seguir caminos distintos.
Allí donde la gente se separa.
Las personas no se encuentran,
En la diferencia el hombre acecha,
Ya no siente, y se mata.
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Nosotros en la distancia de la diferencia.
Nos encontramos.
Quedaron nuestros cuerpos:
Presionados el uno contra el otro.
Preparados para el natural combate.
Por amistad,
Por pureza,
Inmaculados entre nosotros siempre fueron.
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Toda tu sensibilidad derramada frente mí.
Envuelta en la sensualidad,
De tu agraciada naturaleza.
Era un golpe contra mis ojos.
Que rompían mis defensas.
De quien me daba su noble confianza.
Su amistad de hermana.
Abrazo descafeinado de pasión.
Beso sereno, consejo sincero.
Amor de amiga.
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Tan traidor es el desorden del deseo.
Pensé en hacer ofrenda a Eros.
Sobre unas sabanas de seda negra.
Posando sobre ellas, a ella.
Bella, femenina,
Estirando y replegando las piernas.
Bailando en una cama.
Mientras le devoraba mi mirada.
Envuelta y desenvuelta entre las sabanas.
Tu figura: altar de la belleza.
Oprimida por mi cuerpo.
Hasta unirnos en un único aliento.
Deslizándote sobre esa resbaladiza oscuridad.
De negra y funesta pasión,
Que resalta tu esplendoroso sexo.
Triunfante sobre mi vencida persona.
Descubría lascivamente el cuerpo,
De a quien tanto amo.
Que me quiere como a un hermano.
Inmolado tus honestos sentimientos.
Olvide los puros besos.
Las palabras de consuelo, de ánimo.
--------------------------------------------------
Por negro deseo.
Todo lo siento negro.
Ante tus carnosos labios rojos,
Y generosos pechos.
La fortuna de tu cariño,
Palidece hasta convertir el oro,
En negro carbón.
Por codicioso sufro.
Cuando debiera de ser feliz,
Al contemplarte pura.
Pero tu cuello desnudo,
Al que me lanzaría,
Para besar.
Nubla mi razón.
Con brotes de dolor, de pena.
Por ser virtuosa y bella como Artemisa.
Resistiré la herida mientras viva.
De quien me da auxilio, cariño, compañía.
De Ángel Blasco Jiménez a Loli.
En nuestros 10 años de amistad nacidas
Al abandonar Valencia y llegar a estas inhóspitas, malditas y salvajes tierras de Vall d´Uxó.

Entrevista veridicas de un parado

Reunión de trabajo con las cucarachas.
La desesperación individual de millones de personas le hace ser juguetes rotos de un tablero de ajedrez al que nunca han querido mirar.
Meros peones que hasta ahora se creía subidos al carro de la vida, pensaban que esta seria un baile ya que aceptaban sin ser críticos su juego.
Individualizados salen a la calle a buscar algún subsidio, o en alguna biblioteca buscan por Internet ofertas en alguno de estos buscadores, vendiendo lo único que tienen los que no tiene nada más que su fuerza de trabajo.
Se venden a quien por acumulación tiene los medios. Y si nadie los compra se ofrecen más baratos.
Hay una oferta muy divertida en Castellón, de comercial de Jazztel; en dos clicks por laboris entras.
En una planta baja una secretaria no para de atender llamadas, y muy seriamente contesta a los alaridos desesperados que se pueden escuchar incluso los que sentados en silencio aguardan su turno a unos 2 metros de la mesa.
Es la voz de los que no tiene nada más que una esperanza.
Con el teléfono en la mano te da monótonamente una hoja y un Boli.
Allí pones lo típico: datos, edad, patria (aunque uno no crea que exista), experiencias laborales, estudios, aficiones. Incluso para venderte mejor y destacarte de los demás te invitan a que pongas algo sobre ti en una líneas.
Total, entras en un local y ya saben mucho de ti; y tú de momento nada de ellos.
Con el teléfono en la mano la secretaria te hace sentar mientras da otro papel a otra de las muchas personas que hay.
En este caso es un dominicano en tirantes y chancletas, más vestido para ir a la playa que para confesar delante de todos que necesita trabajar ya que esta en una situación muy precaria. Se muestra muy intranquilo, su drama me conmueve. Me gustaría decirle que no pierda el tiempo, ya que el lugar parece una estafa, hay indicios en ese ambiente de que así lo sea.
La secretaria sin inmutarse acostumbrada a estas situaciones como algo cotidiano le da la hoja, el Boli y le indica que se siente.
El dominicano no atenderá a nada de lo que allí ocurra, excepto a la promesa de que al día siguiente puede empezar a trabajar. Se venderá lo mejor que pueda, sometiéndose hasta la degradación absoluta, sabedor de sus necesidades. Hará todo lo que le digan como un niño ante un adulto, creyéndose las más inverosímiles tonterías, sin cuestionar la honradez de esas personas, ya que la esperanza o la desesperación de la que nace es más fuerte que la razón.
Al lado de la secretaria hay una mesa donde un hombre vestido de negro con corbata realiza las entrevistas. En la mesa no hay nada más que los papeles apilados de las personas que han pasado la entrevista, cada papel tiene un número. Ese número es una persona. Cada formulario la secretaria pone en rotulador el número de candidato.
Se escucha una voz de un entrevistado que dice- es que necesito trabajar- llevo mucho tiempo sin hacerlo-comenta.
- La cucaracha de negro sonríe, sabe que lo tiene a su disposición, no hace falta que le explique en que consiste el trabajo, ni las condiciones mínimas, como sueldo, horario, contrato, etc.
Hace pasar al número 78, que creía que iba a una oferta de atención al cliente a la que pulso de forma compulsiva, sin casi prestarle atención, junto con 4 más que no tenían relación entre sí: desde electricista a operario de grúa-puente, o puente-grúa, y trabajos por el estilo.
-Buenos días, encantado de conocerte. Vamos a tener una reunión informativa-dice este hombre que aparentas buenas formas y amabilidad, incluso sonríe a cada persona que entrevista de forma ya tan mecánica que es difícil diferenciarla de la sonrisa fingida. Mira directamente a los ojos, pero no con mirada honesta, sino intentando intimidar al entrevistado, tratando de escrutarle la mente, incluso arruga la frente de ese esfuerzo meta cognitivo. Es bastante divertido.
Comienza el entrevistador sin leer apenas los curriculums a hablar de la empresa.
-Esta es una empresa que trabaja en el mundo de las telecomunicaciones para la empresa Jazztel. ¿La conoces?
-Si, contesta número 78.
-Tenemos 10 trabajadores, vamos a doblar el número; queremos llegar a 20. Queremos gente competitiva y que quiera progresar ¿Tu quieres progresar verdad? Es lo que todo el mundo quiere- se anticipa a la contestación de número 78.
Si, dice el número 78, empezando a ver que aquello era una broma macabra como desde el principio sospecho.
-Lo que nosotros hacemos es que vamos por empresas ofreciendo nuestro producto, pero sin marear a nadie ¿sabes? Vamos, hablamos 10 minutos no más, y nos vamos.
A las personas nuevas las llevamos un día entero con nosotros. ¿Tú te puedes incorporar inmediatamente?
-Si, contesta número 78.
¿Llevas mucho tiempo sin trabajar?
-2 meses contesta numero 78, por decir algo.
-Ah-dice sorprendido la cucaracha- pues muy bien, veo que eres trabajador. Uhf suspira y habla a modo de confidencia-aquí viene gente que lleva muchísimo más tiempo-esto lo acompaña con una sonrisa y un ligero ladeo de la cabeza.
-Bueno, te cuento, nosotros lo que hacemos es que si te seleccionamos vienes con nosotros un día entero desde las 8 hasta las 7 de la tarde. Comemos junto para hablar en la comida de la empresa, de ver quien a vendido más y luego reforzados por la comida salimos a competir. ¿A ti te gusta competir?
-si, dice ya aburrido número 78 y sin ganas de argumentar. Solo imaginaba las reuniones que había visto de estos hombres cucarachas en los parques: vendedores de seguros, de aspiradores, de la enciclopedia Larousse, de móviles o Internet. Gente sin un duro y con poca vergüenza. Con todos sus trajes de gala pretenden dar a entender que son unos triunfadores, unos privilegiados dentro del mundo de los trabajadores no cualificados, a salvo de las incomodas zanjas que abren otros obreros no cualificados para poner tuberías. A salvo del paisaje claustrofóbicos e insalubres de las fabricas.
Para ellos eran las calles una oportunidad para arañar algunas migajas de dinero, como los vagabundos, pero sin el candor y la digna humanidad nacida del abandono de estos últimos.
A estos engalanados trabajadores puedes verlos a la hora de comer entrar a los consum a por un poco de pan, algún yogur.
Envidiándose en sus reuniones al aire libre al que lleva carnes magras, opíparo manjar digno de la más sutil envidia de estos desvergonzados. Tampoco estos trabajadores de empresas verticales dejan pasar algún festín reciente que este en el cubo de basura, pero eso si, van como señores, no les des una pala porque te escupirán a la cara, ni les critique la empresa porque te apuñalaren con el Cutter con su nombre grabado de empleado del mes.
-Después de pasar el día con nosotros- continuaba el discurso- aunque número 78 se había perdido la mitad- decidimos sobre él.
(Esta sería la segunda selección)
- este primer día lo llamamos de observación- continuaba monótonamente la cucaracha entrevistadora- y si le aceptamos, le formamos durante 3 0 4 días y después, a competir y a progresar.
Ese primer día donde otras cucarachas con corbata te observan no lo cobras, aparte que vas con tu coche y te pagas la comida. Los siguientes días de formación tampoco son a cargo de la empresa. Total: la primera semana es gratis para la empresa pero no para el trabajador, tiene que pagarse todo los desplazamientos, comidas y supongo que invitaciones a los veteranos. Contrato: absolutamente ninguno en ese plazo.
-Veo que has trabajado en Makro cara el público, eso es muy bueno, muy bueno, le dice la cucaracha.
Si, dice totalmente ajeno de la conversación el número 78 con ganas de irse teniendo claro que en esa conversación, el entrevistador futuro empleador, estaba omitiendo información sobre el horario real. Del sueldo ni había hablado en la reunión informativa, cuya acuñación de vez en cuando reiteraba en la conversación, pareciéndole a la cucaracha de lo más ocurrente, como al ministro de industria Sebastian con su anglicanismo de brotes verdes que rompe el castellano. Expresión totalmente mal construida al traducirla del ingles donde es muy normal esa acuñación.
Como no tenia ganas de informarse el número 78 de algo en lo que no iba a formar parte, y si interés de saber la siguiente majadería estilo de los payasos yanquis, calló.
En un silencio que le molestaba, ya que sabia que su deber era haberle contestado sobre lo que pensaba por superación, competitividad, amor a la empresa, por la falta de propuesta de contrato y sueldo. Dejo a entrever que se cobraba solo por comisiones, por supuesto pensaba número 78 llevar a este local a inspección de trabajo.
En el discurso monotemático de las bondades de la empresa, las oportunidades de formación y prosperidad otorgadas a sus trabajadores, la declaración de que los trabajadores se debían en cuerpo y alma no a sus vidas, y a la reflexión de esta junto con los problemas del mundo, sino que se debían a la empresa, y como podía hacer el vendedor para mejorarla. No mejores el mundo venia a decir la cucaracha, mejora la empresa.
Termino que repetía insistentemente, la empresa, la empresa, la empresa. Pero en ningún momento dijo como se llamaba.
¿Tu te verías motivado a dirigir a 20 personas?- le pregunto con toda seriedad la cucaracha.
Si, le dijo el número 78 con una sonrisa. Era entupido pensar en esa extravagancia, una persona que no sabe ni cuanto va a cobrar, ni la jornada que va hacer, ni en que consiste el trabajo, y que no paraba de decir que si como única contestación.
Si quería demostrar si era una persona con motivación de poder con esa pregunta no lo resolvería la cucaracha entupida; una tontería así solo podría enganchar a una persona muy frustrada laboral y emocionalmente.
Tras unos 15 minutos de hablar de la empresa, de lo que quería de sus empleados, de las oportunidad inmejorables que ofrecía desde esa tabla vacía que hacia de mesa.
Tan magnificas oportunidades nacían en un local vacío, donde solo había un teléfono, el de la secretaria; eso en una importante empresa de telecomunicaciones, un ordenador, el de la secretaria, en una importante empresa de telecomunicaciones todo lo que se podía ver eran: 10 sillas, y las paredes peladas, en unos 40 metros cuadrados donde no había nada más que personas en busca de algo de trabajo, las dos humildes mesas de madera de pino barato extremadamente frágiles, la secretaria y el entrevistador, un teléfono fijo y el ordenador; y absolutamente nada más. Las grandes empresas de telecomunicaciones tampoco necesitan de mayores infraestructuras.
Termino la entrevista, el número 78 estaba medio mareado y un poco avergonzado de haber caído en semejante memez, era una señal de que debía hacer algo, la situación le estaba pasando factura para caer en una trampa tan mal construida, donde los únicos que podías caer era gente como la que allí estaba. Había una muchacha preciosa toda arreglada, bien maquillada, de unos 20 años de labios carnosos y sonrosados, carnes finas y pretas, pechos descomunales que llamaba a su novio toda contenta por tener la oportunidad de hacer una entrevista de trabajo, pobre angelito.
Por la tarde llamaron a número 78 muy contentos para decirle con toda solemnidad que había sido seleccionado. Número 78 le pregunto que en la entrevista no se había mencionado nada sobre contratación. La secretaria contesta que eso se hablaría como le informo el entrevistador tras la primera de semana de trabajo, entonces ya se podía hablar de ese tema, pero eso no interesaba, lo interesante era la oportunidad que daba le empresa.
Número 78 colgó.

resto trincheras Pipa


línea xyz, vista desde monte Pipa Vall d´Uxo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

capitulo IV

Capitulo IV.
La asamblea. Desamor. La fuga. Los moteros.
Resignado aceptaba Manuel a tener que pasar otra mañana encerrado en el local del sindicato.
Envuelto en el ambiente tedioso de las asambleas donde se empieza hablando en voz baja, pidiendo la vez, y se acababa hablando todos a la hora sin orden ni consenso.
Es ciertamente el mejor sistema inventado para evitar las motivaciones de poder de los humanos, la única forma de participación de cada individuo en un grupo; pero puede resultar estridente utilizado de cualquier manera.
No deseaba ir por sabida la lección allí aguardada, pero como hizo promesa a Raquel, no podía dejar de acudir.
La situación económica no paraba de empeorar en el país.
Aumentaba la armada del derrotismo, actitud típica del pueblo español.
Los pobres se agolpaban en los contenedores, en los mercados, para llevarse algo a la boca. Los pobres como siempre paganos olvidados.
Preocupados los miembros de la asamblea de parados de una realidad adversa deseaban hacer algo.
Estaban firmemente decididos a constituirse como cooperativa.
Los pilares donde se apoyaban los proyectos eran rumores elevados a revelaciones mesiánicas.
Un proyecto pródigo entre tantos fue de estas maneras presentado:
“Compañeros, nos han cedido unas tierras, bueno hay que esperar un poco y concretar cuatro actuaciones, pero tenemos algo, dentro de poco estaremos plantando y comiendo los frutos de nuestro esfuerzo”
Todos aplaudieron y lo celebraron, la salvaciones de las hambres del 2009 estaba servida.
Era hora de tomarse un respiro para no sufrir estrés tras tan importante anuncio.
Y al séptimo mes el plan se fraguo en sus mentes, y descansaron.
Durante mucho tiempo y muchas asambleas no se paraba de hablar de este rumor.
-¡las tierras, las tierras!- se decían unos a otros con miradas cómplices- pronto vendrán como el mana del cielo.
Lo daban por la mayor de las realidades, incluso fuera de esta asamblea, a muchos kilómetros de distancia, desde los confines más alejados de la provincia se atendían peticiones de gente interesada en integrar en las filas de dicho proyecto emancipador.
Lo describían como un tren que no había que perder.
Durante meses nadie se preocupo de saber por donde paraba el tren para subir y conducirlo.
En la estación aguardaban los compañeros y compañeras con fe ciega. Pasaban días y más días.
Sufrían un poco de estreches, pero como el que más o el que menos, de una forma u otra comía por lo menos una vez al día, y era verano, tiempo de alegría y felicidad, esperaban con paciencia resignada la gran ofensiva para el otoño. Entonces ajustarían las cuentas, bien ajustadas, a los judeo-burgueses.
Al fin y al cabo la experiencia de vivir bajo una dictadura capitalista les hizo resistentes a la pobreza.
De vez en cuando algún insensato se tiraba a las vías arriesgándose a que le cogiera el tren de las oportunidades. Sobre los raíles colocaba el oído como los indios para anticipar su venida.
¿Escuchas algo compañero? Le preguntaban.
No, contestaba, pero no padezcáis que vendrá.
Cuando la imaginación es el poder tampoco es necesario puntualizar y concretar, establecer objetivos, elaborar planes.
Más de uno ya había saboreado los dulces frutos de los tomates imaginarios; por ser artificio del cerebro no son menos sabrosos que los que crecen del trabajo real.
En las mentes de los asamblearios se veían como grandes agricultores con paraeta en el mercado.
¡Que hermosura de vida!
Uno para todos y todos para uno.
Unos compañeros trabajarían tranquilamente las tierras sonriendo, bromeando entre ellos, sin presión, sin el estrés, ni discriminación, ni acoso. Harían de la tierra el paraíso.
Otros se encargarían de vender las cosechas con la misma paz de espíritu.
Una cuestión importante a discutir era el nombre de las tierras. Seria el nombre más bello jamás puesto a un torrezno.
Entre tanto bautismos y amor por la tierra, las cedidas en arriendo se hacían yermas de puro abandono, cuna de las malas hierbas. Las instalaciones de transporte de agua cada día estaban peor.
Las asambleas monótonamente se sucedían pudiendo adivinarse el tema.
-Compañeros de aquí no nos vamos hasta constituirnos como cooperativa, necesitamos dinero.
Todas las asambleas acaban solicitando la recaudación, pero por mucho que pasaban la boina, allí no caía nada.
Y vuelta a empezar.
Otra asamblea, los mismos rumores llamados proyectos, alguna que otra novedad. La boina.
- Pues veréis compañeros….hemos hablado con una persona que conoce a otra que le han dicho de hacer algunas faena y aprovechando la ocasión haremos algo… Luego esta lo de las tierras, además la granja escuela. No, si por proyectos no será, ya veis el mundo tiene mucha riqueza, la pobreza es totalmente erradicable, es cuestión de hacer.
- Pero hacerlo ya, ostia, a ver cuando de verdad nos ponemos-se oía alguna que otra voz díscola-yo ya no cobro paro, ni nada, y no hay trabajo… mis hijos tiene que comer.
-Tranquilos, hay que esperar. Esa será la consigna que nos mantendrá siempre unidos, esperar, ya vendrá la buena.
Ese día Manuel tenía un mal presentimiento. Estaba convocado a una asamblea como otras.
Estaba el tema de Raquel.
La amaba apasionadamente, se había enamorado demasiado deprisa, característico de las pasiones.
El amor requiere al igual que las cooperativas, las asambleas de parados, o los vinos añejos, dejarlos reposar años.
Se juntaba en el amor de Manuel la precipitación, su poca voluntad hacia la vida, y la irresistible tentación de abandonar todo cuando las cosas salían mal. El esfuerzo característico de su juventud dio paso con los años al escepticismo y al cinismo, amén de una gran pasión por tumbarse a esperar.
No estaba exento Manuel de inseguridades: el amor no era una excepción. De lo que estaba firmemente convencido es en que todo le saldría mal, y siempre atinaba.
Raquel le demostraba afecto! pero parecía tan fría !
No era una frialdad que notara especialmente dirigida a él.
Sino era una frialdad nacida del desencanto por el mundo y con el mundo.
Con el tiempo las decepciones debieron conducirle a ese estado.
Había sufrido mucho, se le notaba en su hermosa mirada de intensos ojos verdes en los que la esperanza palidecía con el cerrar de los parpados para volver a brotar con su despertar.
Su condición de mujer de buen ver debió de provocarle muchos problemas con los hombres.
Hacia gala de una gran sabiduría para anticipar peligros, eso confirmaba la gran experiencia que de la vida traía consigo.
Y como nadie por muy fuerte que sea puede soportar la vida, sobre todo cuando a sido dura, busco un refugio. El elegido de Raquel eran las matemáticas, como para otros era la religión, el humanismo, los Rolling Stones, buda, la cultura… Buscaba una formula como Spinoza para encontrar el sentido de la vida. Estaba completamente segura de estar escritos los misterios de la vida en una formula matemática. La buscaba como Percival el Santo Grial.
Realmente Manuel se veía poca cosa para ella.
Manuel arrastraba una vida de apretureces con toda su pedagogía. De desaguisados y celadas existenciales, mordeduras de otros hombres estaba curtido, pero con las mujeres no estaba muy despierto.
Aun conservaba una visión romántica e infantil del otro sexo.
Creía que la gente era noble en cuestiones amorosas y no cambiaba como una veleta.
Aunque la realidad se mostraba con toda su cruel crudeza. Las veletas, a modo de pendones en la tormenta huracanada apuntaban en todas las direcciones. Algunos salían precipitadamente despedidos, arrancados del mástil para estrellarse contra el suelo. Empezaba a pensar que eso del amor, era como la mayoría de las cosas de la vida, otra porquería.
Raquel era muy aventurera, había viajando por varios continentes dependiendo únicamente de ella, en un mundo de gente violenta y dominada por las pulsaciones de sus deseos. No debió ser sencillo sobrevivir.
Manuel tenía enorme ganas de verla, pero a la vez tenía el presentimiento de que Raquel le haría sufrir.
Esa mezcla de sentimientos contrapuesto le hacia estar inseguro.
Llego con el coche.
Subió a casa de Raquel que ya se iba a la reunión. Le dio dos besos rápidos.
Ella permaneció impasible a sus lobeznas miradas.
Estaba bellísima. Iba con una túnica corta del tipo de las vestales griegas. Con su tipo delgado, sus abultados pechos redondos y su gran melena, parecía más que nunca diosa castigada por enamorar o encelar a algún dios. Debió hacer algo terrible en su anterior vida para acabar en el mundo sindical.
Apenas se dijeron nada. Llegaron al local.
Lo primero saludar a los compañeros. Las asamblearios hablaban entre sí, bromeaban, era todo muy jovial.
Esperaban a la gente de Valencia, Melena y sus amigos. Llegaron, saludaron brevemente y se sentaron.
Tomando sus rostros gravedad dieron comienzo al acta de la asamblea, se comento brevemente los puntos a tratar.
- 1º La necesidad de capitalizarse.
Lo sabia- dijo Manuel para sus adentros.
Empezó hablando un compañero de Melena:
-Nos hemos constituido ya como cooperativa, ahora nos faltan los 3000 euros, y ya podremos pedir las subvenciones, tenemos diversos proyectos, pero sigue faltándonos dinero. Cuando tengamos los últimos requisitos para que este todo correcto podremos pedir las subvenciones y repartirlas. Salimos a 150 euros por cabeza, eso lo podéis conseguir de cualquiera, de un amigo, de un familiar, o bueno ¿Quién no tiene 150 euros? Una vez estemos constituidos pedimos la subvenciones y con ellas se reparte los 150 euros. Lo que es importante es que la gente se apunte a la cooperativa.
Un asambleario pregunto- las subvenciones ¿de cuanto son?
-Depende del colectivo-contesto- por ejemplo, mujer y mayor como entra en riesgo de exclusión 10000 euros, parados de larga duración mayores de 45 años 5000, parados de larga duración y menos edad, 25000. Cuando peor esta la persona más dan.
- Ah pues por mi os darían muchísimo yo soy mujer y mayor-dijo una asistente.
-Esas son las que interesan-comento otro haciendo cálculos mentales.
La conversación empezó a girar por esos derroteros hasta que alguien puso un poco de orden.
–Silencio compañeros se va a dar entrada a otro orden del día, se comentará lo de las tierras.
-Es que lo sabia- se dijo Manuel. Miro a Raquel que le esquivo la mirada. La notaba extraña, distante, atendía a la asamblea con fe ciega. Le extrañaba que estuviera tan interesada ya que Manuel la consideraba inteligente y había indicios de que esa asamblea sería igual que la del mes pasado, de la de Castellón de la semana pasada, la de Valencia de hacia tres días, de la del casal popular de hacia 8… seria como siempre, pasarían la boina, hablarían de las bondades de la vida del campo y la hermandad de los hombres, luego de las tierras y después de los trabajos del diversos, ninguno en concreto, divagaciones que podían ser o no ser. Tramulladas verbales al fin y al cabo de funambulitas que jugaban a ratos a anarquista y a ratos al circo sin red del marketing.
Era totalmente predecible: declaraciones de una nueva oferta de trabajo acabada en un pero…para decir que lo dejaban hasta la próxima reunión que seria después del verano, en septiembre. Igual que en esa época se retoman los estudios de ingles, las clases de guitarra o karate aquí se retomaría lo de la tierra, las reuniones con los políticos, la lucha social…
Manuel quería irse y se lo indico a Raquel. No era únicamente su inseguridad hacia ella, sino que se le estaban agolpando emociones que le oprimían el corazón. Con todo aquel jaleo las atendía mal. Necesitaba irse, alejarse de todo, abandonar.
-Vámonos no ves que es lo de siempre, van a decir lo mismo que la otra vez.
-Yo no me voy-le contesto-si quieres irte tu vete, estamos en una asamblea y se están decidiendo cosas ¿no lo ves?
Manuel, estuvo a punto de levantarse e irse, no comprendía porque era tan importante para ella estar ahí pudiendo estar en la playa, sabiendo el resultado de la reunión. Pero hizo un esfuerzo y aguanto. No paraba de pensar lo bella que era, lo que le gustaba estar en su compañía, aunque también analizaba que ese vitalismo crédulo de Raquel era un problema para que prosperaran sus expectativas de amor hacia ella. Si le confesará que a ratos la vida le era indiferente, y no tenía ganas de hacer nada se sentiría muy decepcionada. Pero era algo que siendo ella bastante inteligente no tardaría en deducir. Se sentía culpable de no tener vitalidad.
¿Dónde la perdió? antes no era así. Tenia ilusiones, sueños, ahora no quedaba nada, más que un enorme bostezo. Pasaba los días somnoliento. ¿Y su espíritu?
¿Se lo quitarían en las horribles fábricas? ¿En los malos entendidos cotidianos? ¿Seria culpa del sistema, de la sociedad? Quizás fuera por culpa de la decadencia moral expresada magistralmente por Dostoievski anunciador de nuestra calamitosa existencia “Sin Dios no hay nada” O quizás de una mala infancia, la televisión, de su fisiología cerebral, de los genes ¿de quien era la culpa?
Manuel mato a Dios hacia años, pero como ese inocente crimen le supo a poco, también mato su deseo de vivir, su derecho a la Felicidad, incluso su ilusión de amar y ser amado.
Era muy evidente que no estaban en sintonía. No obstante durante unos días Raquel hizo sentir a Manuel algo no sentido desde hacia tiempo, amor.
La volvió a mirar intentando adivinar que pensaba, le extrañaba sabiendo que ella era una persona muy inteligente, ser tan crédula en las historias descerébrales de Melena y compañía.
Estaba juzgando Raquel aquello muy mal, Manuel no la podía comprender. Iban totalmente perdidos Melena y compañía, no tenían ningún proyecto, apostar por ellos era jugar a la ruleta rusa con un revolver apuntando a la sien. Y ella parecía creerlo, incluso quería ser socia.
Raquel era la más dispuesta a trabajar de todos ellos. A parte de guapa e inteligente era muy trabajadora. Hacia un año tenia no un trabajo, sino cuatro. Asumía el significado regeneracionista trabajo, para ella dignificaba. No como a Manuel que le molestaba. La chica siempre estaba buscando alguna faena y daba con ella, un día hablaba con el teniente alcalde, otro con los sindicatos, otro con empresarios. Le iban dando algunas faenitas con lo que pasaba el mes, a parte de su prodigio para vivir con poco, su meritoria capacidad de sacrificio y ahorro. De todas formas, todos los asamblearios con más o menos ganas de trabajar. Por sus padecimientos pasados, por los dolores de espalda, por los intentos hechos de minarles su autoestima y dignidad los empresarios, las disecciones a sus personalidades llevabas a cabo en el nombre del beneficio. En comparación con otros trabajadores alienados, los asamblearios eran plenamente consciente de su realidad: eran carnaza de segunda en el mundo burgués, así que no les quedaba otra. La gran diferencia de Manuel respecto a sus compañeros de infortunio era que no establecía en los asuntos la Fe, ya que carecía de esta.
Manuel era un enamorado de las formas y métodos, aunque el no practicara ninguno, conocía de la grandeza de estos y su capacidad de levantar montañas, cosa que con Fe no se consigue nada.
Consideraba poco pragmáticos a sus compañeros, pensaba que actuaban así porque estarían como él, hartos de todo, carentes voluntad y esperanzas. A ratos se opinaba que el objetivo era posible conseguirlo. Podemos, para decir al momento que eso era demagogia tipo Obama. We can, we change, y caer rendidos en el sopor de un vida terrible de poderosos contra débiles. Ese sueño duraba hasta que como un bipolar cambiaban de extremo y atacaban a cualquier gigante entrados en fiebres revolucionarias. Estos los derribaban una y otra vez y a dormir que también regenera.
¡Pobres miopes! no vieron que el gigante era un simple e inofensivo molino, su terrible espada eran ligeras aspas.
Los métodos brillaban por sus carencias. Las asambleas se repetían casi calcadas y el trabajo que se hacia, por mal hecho no prosperaba, esto exasperaba y frustraba. Pero allí no se cambiaba las formas de hacer las cosas. Esperaban que a lo burro saliera todo. Se encabezonaron en llegar hasta donde querían sumando dos y dos y que les diera 5, por más que alguien les dijera que eso era un error y sumaran de otra manera no se les podría convencer de lo contrario. Su cabezonería patria tenia tintes épicos y consecuencias sociales, ya que todos caerían por el camino, ninguno se salvaría.
Por mucha Fe que se tuviera, por mucha brujería que se hiciera invocando a los poderes del agua, la tierra, el aire, el sol, la luna, el mar, las estrellas, los celestiales e infernales.
Si no se ponían a hacer algo de manera inmediata, racional y de forma ordenada no conseguirían nada, Manuel lo tenía claro.
La reunión seguía:
-Os comento- siguió el compañero- tenemos unas reformas, al estar dados de alta podemos hacerlas, lo que pasa es lo siguiente: las personas contratadoras no están, se han ido de vacaciones, hay que concretar cosas, ya veremos…. En septiembre seguiremos averiguando esto.
-Pero-dijo Manuel-les habréis hecho un presupuesto, sabréis de que se trata.
-Bueno, no hay nada concreto hay que hacer otras reuniones…seguramente nos darán la reforma ahora al ser cooperativa… bueno la verdad, debemos esperar.
-Bueno dijo Manuel- miro a Raquel, volvió a apartarle la mirada, aquello le estaba molestando. Manuel estaba a punto de levantarse e irse. Pensaba para sí: seguramente estará pensando Raquel que soy energía negativa y encima un descarado que no paraba de mirarla. Frío como el hielo, su indiferencia me traspasa la carne. Y estos recuerdos que me llenan de angustia. Ahora no, aguanta, aguanta. Un poco más y estarás con ella.
Durante un rato estuvieron presentando diversos proyectos. Se volvió a hacer una ronda de preguntas:
-Me llamo Rosa, quería comentar una cuestión que no os gustara oír. Creyendo en otro mundo posible, de todos estos proyectos, me dais poca seguridad. Si invierto me gustaría saber en que.
Se hizo un comentario de desaprobación general, incluso varias personas la miraron con desagrado, un miembro se fue indignado.
Manuel estaba decidido a irse, deseaba quedarse con Raquel pero el convencimiento metacognitivo que tenía de la mente de Raquel de que él era energía negativa y destructiva armonizo su decisión de abandonar la asamblea. Junto con unos sentimientos que se agolpaban en las dentritas y axones de sus vísceras desbarajustándole todo el sistema nervioso. Estaba condenado a abandonar. A Manuel le era imposible ejercer otra alternativa.
Mientras se iba le llamo la atención de la actitud hacia la compañera por cuestionar la poca seguridad que trasmitía aquella gente. Manuel coincidía con ella.
Acalorada, por todas partes la criticaban. Ya llegaban a la fase de hablar vez.
Le recriminaban su incredibilidad.
El que más ladraba era melena defendiendo su gran trabajo.
-llevamos meses trabajando en esto, el proyecto esta muy avanzado. Lo que es vergonzoso es que nadie haya puesto un euro. Haber en cuantas reuniones has estado ¿en tres o cuatro? yo llevo más de 14 y aun estamos igual, hay que formalizar la cooperativa y luego ya veremos lo que hacemos. Haremos lo que nos de la gana, nos dedicaremos a lo que queramos. Mira lo que te digo, en todos los negocios se pierde, si pierdes ¿que pierdes? 150 euros, eso no es nada.
-No, si yo no digo que no crea, dijo la mujer atribulada, pero es que me dais pocas garantías, no se que vais hacer.
-Hacer, hacer- le contesto Melena. Haremos lo que nos de la gana.
Manuel no espero, le dijo a Raquel:
-Me voy, no lo aguanto más.
Ella se quedo con la boca abierta sorprendida.
La expresión a Manuel le horrorizo, era ese tipo de expresión que se queda gravada para siempre.
Raquel no se esperaba que se fuera así, estaba totalmente desprevenida.
¿Para que había ido e insistido tanto que deseaba verla? ¿Para eso?
El se sintió como si se estuviera despidiendo definitivamente de alguien al que se ama.
El dolor tan intimo por una perdida muy querida se le clavo dentro de la entrañas.
Una hoja de cuchillo cruzándole la garganta dolería menos y respiraría entre los borbotones de sangre con más alegría.
Salio confuso, con pensamientos y sentimientos mezclados, girando en la orbita de la vergüenza y la culpa. Recordando con gran dolor su expresión de asombro. Ese recuerdo lo hizo el símbolo de la inmoralidad a la que llegaba.
La vergüenza le invadía. Odiaba su poco aguante ante la vida. Podría haber estado con una muchacha preciosa, inteligente, culta, con cosas que contar interesantes. Podría a haber encontrado otra vez a su lado el gran sentido de la justicia y la moral, antaño su máximo orgullo, su única posesión importante en la vida. Incluso ella le podía ayudar a perdonarse. Debería estar con ella ayudándola, intentando luchar a su lado por un proyecto común. Sin embargo se fue por qué le asusto sentir y volver a tener Fe. La que le pedían los asamblearios. ¿Es que no veían que no tenían racionalmente ninguna posibilidad tal y como lo formulaban, que estaban arrojados al fracaso? ¿Entonces, para que escuchar aquel discurso, decidir, votar? Se veía ante ella como un ser inmoral. Notaba una gran mancha interna que le desprendía un hedor insoportable. La angustia y el asco de vivir le dominaban. Raquel era demasiado bella e inmaculada para mezclarse con él. Luego se conmovió pensando en ella y en él. La vida le volvía a fallar por su culpa, por su falta de determinación, lo lamento odiándose, pero sin arreglar nada. Todas sus equivocaciones pasaron por su mente. ¿Cómo vivía? Casi en la miseria. Cerró los puños con rabia homicida. En la vida no le quedaba nada, ni nada le aguardaba, y eso le tranquilizaba. Al conocer a Raquel dejo de sentir complacencia por su abandono. Recordó tiempos mejores cuando era una persona integra e inocente. Ahora no tenía honor, incluso había cometido pequeños robos para salir adelante. Él ya no era él. No creía merecer la dicha de alguien tan hermosa prestándole atención. Manuel solo era un espectro que respiraba, comía, dormía y odiaba. Nadie perdona al que ha pretendido ser más que los demás y fracasa en su intento. Intentó que su voz se oyera sobre la de los demás, pero no para sí, ya que jamás pensó en él, sino para luchar por los pobres, y como acabo: siendo pobre. La justicia que quería aplicar sobre los ricos, todos los días se la aplicaba a él.
Manuel empezó a deambular. El día era muy caluroso, sin darse cuenta llego a la playa. Allí observo las olas morir en la arena y desaparecer. Las envidio, intento tocar una y su blancura sucumbió devorada por la arena.
Que suerte, le dijo, ya no tienes que sentir.
Entro en un pequeño bar, tenia el aspecto de local de trabajadores, poco iluminado, viejo, sin glamour. Son estos lugares donde se traga humo, las conversaciones son violentas y casi siempre hay algún borracho lamentando un desamor que le ha arruinado. Son lugares que reconfortaban a Manuel en momentos así.
Buenos días ¿podría ser un cortado?
-Que si podría ser- dijo el barman, un ser de corta estatura, huesudo, de ojos brillantes como una rata hambrienta, incluso sus movimientos rápidos y ágiles le asemejaban a ella- Pues claro que puede ser, marchando muchacho.
Que me voy, que me voy-comentaba el camarero dirigiendo a otro hombre más joven- ya estoy harto de trabajar, tengo 16 años cotizados, porque lo demás he estado de autónomo. Ya estoy harto, voy a empezar a coger bajas. Trabajo un poco y más, y bajas, así hasta jubilarme.
Eso es lo que hay que hacer-le dijo el hombre joven tenia una gran melena, en un principio le pareció a Manuel una persona progresista, por su aspecto de pelo largo, ropa tipo hippies de los años 60, pero pronto se dio cuenta que no, la conversación que empezaron y a Manuel le tocaba escuchar le repugnaba.
- Tendrás tu huchita preparada, es lo que hay que hacer en la vida, ahora mira, el gobierno lo esta haciendo. Nada de cómo antes que la gente se jubilaba y sin tener lo necesario para hacerlo cobraban todos de la hucha común y se las arreglaban. Ahora eso se va, todos con su huchita como en Estados Unidos, la gente que se lo pague poco a poco en la vida y el que no llegue, que muera.
Pero en estados Unidos hay muchas hambres-le dijo el camarero.
Quien pasa hambre es por que se lo merece, que se joda, ahora veras con Obama que quiere cambiar el sistema sanitario a peor, el actual es un éxito y los Norte Americanos lógicamente se niegan al cambio del negro. Quiere sanidad para todos, eso es un error. Normal que se nieguen. imagínate que van a operar a una persona del corazón que tiene 80 años y dinero, enseguida la operan. Si entra la sanidad publica ¿que pasaría? Si uno es joven y necesita el corazón, le operan antes, aunque no tenga dinero, el rico muere.
El cortado le estaba sabiendo mal a Manuel, pago y se fue.
Arranco el coche, por un momento pensó en ir a ver a Raquel, disculparse e invitar a comer e ir a alguna parte, después pensó que seguramente le despreciaría, le habría etiquetado como una persona insensible y negativa. Alguien destruido y destructor. Ella tenía cosas que hacer en la vida, tenia voluntad firme de luchar, de la que él carecía.
Arranco con rabia por haber llegado a esa verdad de la que era prisionero y todo por su culpa, la vida le puso en esa situación cuando había tenido medios para evitarlo.
Durante años Manuel intento mantener unos principios morales estrictos, pero no pudo conseguir mantenerlos puros. Lo atribuía a sus debilidades, intento corregir su falta de espíritu pero no lo consiguió, cada vez estaba más aplastado.
Llego a casa de su amigo Andrés. No estaba, contrariado se fue a la playa a bañarse. Donde aparco estaba lleno de motos grandes, música y gente contemplando las maquinas con envidia y adoración.
La policía custodiaba las motos.
En un chiringuito lleno de moteros, exhibían los brazos repletos de tatuajes, gafas y barbas a lo zztop, gorras de Harley, esvásticas, alcohol. Las chicas ligeras de ropa también tenían la oportunidad de desfilar como un objeto de consumo. Eran brutas e insoportables escucharles hablar, no sabían.
Manuel se tiro en el mar y empezó a nadar olvidándose de todo.
Salio, se seco. Se disponía a irse cuando vio a un amigo que iba al chiringuito. Era José con su moto, la adoraba más que a las personas de verdad. Tenía un grado de amistad con ella preocupante. Veía en ese montón de hierro, en ese amasijo de chatarra veloz un amigo. Era fácil de adivinar que era su refugio contra las calamidades de la vida.
En un ambiente desestructurado, individualista y de consumo estableció una extraña relación con ese objeto móvil.
Cuando le vio le saludo y le hizo la señal de que cruzara a la acera, ya que iba al chiringuito.
-¿Cómo esta Manuel? Se dieron la mano.
-No muy bien.
-Espera, vente que te invito ¿Qué quieres tomar?
No se – le dijo Manuel, no me encuentro muy bien.
-¿Qué te pasa? ¿Qué tal? Le interrumpió para saludar a otro motero.
-Has visto que tubo de escape lleva ese, seguro que vale más de 1000 euros y hace un ruido atronador, tengo que comprarme uno igual.
-Bueno me decías que no te encuentras bien o algo así, venga vamos a tomar algo ¿Qué quieres? Haber dime.
-José -dijo un hombre de la mesa, toma la pulsera para no tener que pagar nada por ser de la asociación, ves, te darán el ticket para la comida.
-Manuel ¿quieres quedar a comer?
-No, creo que no me voy.
-¿Cómo estas José?-se acerco una chica a saludarle. Después de esto fiesta y más fiesta como me gusta la fiesta, nos haremos algo por ahí ¿traes pasta?
-Alguna vez salgo yo sin pasta o carezco de la misma, princesa, me educaron para amar únicamente a eso, a el dinero, no hay otro dios, no hay otro camino más que el dinero, eso lo arregla todo, y no dios.
Conforme pasaban por la terraza del chiringuito del bar iban saludando a José los del club motero.
Su saludo era de tipo ritual como si retuvieran en una hermandad. Tenían todos aspecto de fascistas, la bandera de España no faltaba. En su actitud hacían gala de una gran violencia, incluso jugaba a pegarse. Colocados frente a frente hacían como si se pegaran en los brazos, para delicia de las muchachas que de la excitación se mordían los labios. Las alusiones a Hitler y la necesidad de un IV Reich eran constantes, como referencias a Franco el salvador de la inmoralidad.
Una rubia casi desnuda y drogada hablaba de la responsabilidad que recaía sobre los moteros de limpiar el país de inmigrantes.
La culpa de la crisis- comentaba- es por esas ratas asquerosas, incivilizadas e inferiores Los moteros aplaudían la gracia. Uno se la llevo, la tiro igual que a un saco en lugar oscuro del bar, saco alguna sustancia y la agarro del pecho…
La policía custodia el bar para que nadie les molestara, esa exhibición de forma de vida estaba pagada con dinero público por el ayuntamiento y la asociación de moteros. El consumo de alcohol en el bar no paraba, los establecimientos de la zona, sobre todo los que vendieran alcohol, vicio y ocio tendrían enormes beneficios.
El alarde de consumo y diversión barata no pararía hasta el día siguiente.
Me voy, le dijo Manuel a José.
Ese ambiente era repugnante a la sensibilidad de Manuel. José y él eran amigos de antaño, pero cada uno se distancio en su forma de entender la vida, se saludaban pero sus mundos eran contrapuestos.
Manuel se fue, no quería estar solo en esos momento pero ¿con quien ir?
Cuando estaba a punto de llegar a casa recordó que no tenía alimentos. Lo único abierto era un supermercado. Llego a un semáforo, se puso en rojo paro. A su lado se puso otro coche con música ensordecedora, de esa que exalta el individualismo, la violencia y el descontrol, se puso en verde, salio el otro coche a toda velocidad. El conductor de repente lanzo desde la ventana al medio de la carretera un paquete repleto de galletas que iba comiendo mientras conducía. Pararon en el siguiente semáforo.
A Manuel la estética de tirarlas de esa forma tan despectiva, ensuciando la calle por su capricho, y encima comida, habiendo tanta gente pasando hambre; le encolerizo. No tenia costumbre de decir nada a la gente por este tipo de acciones por ser aquí de uso diario.
En el otro semáforo lo pillo Manuel. Le pito, el chaval miro.
-¿Te habrás quedado a gusto, no?
-¿Qué dices?
-Nada, que eres un poco cerdo ¿Te parece bien tirar la bolsa de galletas?
-¿Eres jilipollas o qué? Yo hago lo que me da la gana.
-Vete a tomar por culo payaso-
Se puso en verde y Manuel se fue, no por miedo sino porque no era cuestión de ponerse a su altura.
Los chavales no hicieron tras estas palabras nada, ni siquiera salieron tras él para hacerle parar. Se quedaron atrás, no tuvieron ganas de pelea. Manuel era muy corpulento, destacaba en altura a la mayoría así que imponía respeto por eso no le hicieron nada.
Paró Manuel en el supermercado. Estaba a rebosar de gente, iba por las inagotables estanterías comprando mientras sonaba la música más ordinaria del mundo.
Las cajas registradoras no paraban de abrirse. Las automáticas androides de las dependientas ancladas a las cajas deslizaban la mercancía por las cintas de forma monótona. Ningún cliente les saludaba, nadie agradecía su trabajo.
A fuerza de ser tan automáticas no parecían mujeres, no poseían ningún tipo de belleza, se la robaron al pasar por la cinta para firmar el contrato.
Con repugnancia y por necesidad compro. Alguna vez pasó por allí para comprar, también sentía curiosidad de las marcianadas de los grandes supermercados.
La alienación de las personas a Manuel le aterraba, pero le fascinaba los métodos con los cuales lo habían conseguido. Era para felicitar a los capitalistas. Tres millones de años de evolución humana para el advenimiento en los últimos 30 años del perfecto imbecil.
Llego a casa, abrazo con cariño a sus perros. La casa estaba sucia, debía limpiarla pero decidió dejar la limpieza para el día siguiente, así llevaba toda la semana.
Toda la casa estaba llena de libros, papeles, polvo, pelos de perro…

capitulo III

Capitulo III.
Las tierras de Ademuz. La gente de la ecoaldea. Los perros. Amor.
En silencio sentado en el suelo a semioscuras Manuel acaricia a sus perros.
Luna le mira brillándole los ojos mientras escala por sus piernas para caer mecida en sus brazos. Sus ojos marrones oscuros parecían una balsa tranquila de chocolate. Brillantes resplandecen emocionada y reconfortada por las caricias.
No paraba monótona e inagotable de lamer los brazos de Manuel. En esa posición estaba abstraído pensando ¿cual era su sitio en el mundo?
Tras 29 años todavía no lo tenía claro.
Empezaba la vida a serle demasiado cansada, un oscuro círculo homeostático sin alcanzar nunca un estado optimo.
Las ilusiones pasaron no hacia todavía demasiado, dejando en su lugar un agujero negro de desesperanza al que iba.
Sus tres perros abandonados eran su principal vínculo afectivo, quizás por eso, por perros y por abandonados.
De perros y gatos a los que la gente daba su único y leal amor, el mundo se estaba llenando. Tras la renuncia por desesperación y depresión de muchas personas al hombre. ¿Qué les queda tras darle muerte a este?- El perro.
En Manuel su zoofilia no había llegado a este extremo de refugiarse en ellos y humanizarlos, aunque los quería y aprendía de ellos. Seguía viéndolos como seres de otra especie con su propia personalidad y peculiaridades propias de su naturaleza.
Su forma de vida, por converger con la suya, pudiendo denominarse de estilo perruno, hizo que estuvieran los cuatros muy avenidos. Más que un refugio emocional- afectivo, aquello era a veces una camada de tres perros y un homínido. Y en vez de ser como acostumbran los perros a ser hominizados, fue el homínido perrunizado.
Ellos no querían otra cosa que un plato de comida una vez al día, alguna que otra caricia, grandes paseos, tiempo libre para tumbados al sol convertirse en campo de aterrizaje para las moscas. Esa si era noble faena- pensaba Manuel.
En eso se debía trasformase la vida de las personas: En poco trabajo, ninguna ambición, paseos, largas horas bajo el sol durmiendo y quizás soñando, dormir, dormir, no más. Una de sus muchas preguntas no resueltas era como conseguir ese simple plato de comida. No deseaba como sus perros nada más, pero por la desventaja de ser hombre con sus cargas de ansiedad y cobardía que arrastra en su contrahecha naturaleza temía y se preocupaba, a diferencia de los canes, de carecer de yantar.
Más valía pasar necesidad racionando la comida desde el último trabajo y tener días de asueto, que trabajar de forma seguida aunque tuviera abundancia alimentaria al precio del sufrimiento de la carencia de libertad y el peligro para la vida que impone el burgués en sus galeras imperiales.
-Hare lo mínimo, no más de lo que necesite- se juro- seré como ellos.
Hasta ahora en la vida de Manuel su juramento lo había cumplido a mitad. Siempre que pudo huyo de las bárbaras cadenas del trabajo mecánico que impone el empresario a la carne humana, en base a las necesidades y miseria moral de los embrutecidos empleados de las fábricas de azulejos de Castellón.
Muchas veces le toco sacrificarse. Recordaba uno de los tantos trabajos humillantes hecho en ese infierno dentro de la vida, llamado por el funcionario vida laboral.
En una fábrica de Onda de azulejos trabajo hacia tres años, aguanto unos meses. Hasta que tuvo lo necesario para comprar arroz y patatas para bastante tiempo, y algo para combustible y luz, siendo estas sus únicas necesidades.
Lo contrato una empresa temporal donde personas sin cualificación, los llamados trabajadores de tercera, eran reclutadas para servir de carnaza en centros de trabajo. Allí trabajaba cambiándole los turnos: día, noche, tarde según conviniera a la producción fluctuante, o por puro capricho para ver los estragos de alterar los circadianos.
Un día trabajaba de noche, al día siguiente le decían:
eh tú, el de la temporal ven mañana por la tarde.
Si trabajaba por la tarde al día siguiente iba por la mañana.
Trabajaba seguidos 26 días, libraba 4 al mes, pero no consecutivos, algún martes o miércoles generalmente. La ilustre faena era como los horarios: llevadera.
Medio zombis se dedicaban a empaquetar azulejos recién salidos del horno abrasándose los dedos al romperse del calor, del trabajo, los guantes que les daban cuando los habían.
Tenían 5 segundos entre caja y caja para empaquetar más de 25 azulejos que pesaban bastante.
El derecho a media hora de descanso en un acuerdo sindical se lo quitaron. Muy satisfechos quedaron del trato dado a los trabajadores, tanto patronal y sindicatos. Todos salieron ganando gracias al dialogo y a la empatia que proporciona ponerse en el lugar del otro. El empresario ganaba por no parar las máquinas, los trabajadores cobrarían de su esfuerzo 5 euros al día más que sus compañeros de bombos, molinos, hornos al celebrar estos el descanso. A muchos hormeros el almuerzo se le atragantaba de haber perdido semejante oportunidad.
-Malditos sindicatos y gentuza inútil de las temporales- decían desde la ventana de los comedores donde se les podía ver trabajar a los e.t.ts cargando azulejos y soplándose en los dedos.
Estos les envidiaban tanto, que cuando los cargadores- empaquetadores de cajas levantaban la mano como les indico el capataz debían hacer para ir al lavabo, al no poder dejar” jamás” desatendida la máquina infatigable en su vomitera de azulejos. Estaban confinados en la salida del horno donde cocidos miles de azulejos salían para caer en sus manos. No acudía nadie a su llamada.
-Ese no es mi trabajo, a mi no me pagan por empaquetar azulejos- les contestaban riendo.
Los desgraciados estos, al rato de no ser atendidos por nadie, estando todo el mundo muy ocupado en sus sacras labores muy definidas, bajaban el brazo y seguían recogiendo azulejos para empaquetar.
Alguno que otro se orino encima, o con suerte lo hacia como podía bajo las cintas del horno rápidamente para que no cayeran demasiados azulejos al suelo y les gritaran humillándoles tratándoles de inútiles incontenciosos delante de todos. O el terrible despido por meones.
Repasando todos los trabajos sufridos y evaluando la gente que en ellos había conocido llego a una conclusión evidente: debía salir de todo eso. ¿Cómo?
Esa era la clave. No consumiendo gano tiempo en su condición de carne de cañón, pero era una solución temporal.
Manuel deseaba una vida como la de sus perros o la de los pájaros que volaban por encima de su casa. Mucho más libres que cualquier trabajador de Castellón. Esos animales bajaban del cielo y obtenían el grano necesario para alimentarles, no se lo entregaban a otro de su misma especie para convertir su regalo en servidumbre perpetua.
-Me he esclavizado a cambio de nada. He sufrido la afronta del opresor burgués en silencio, resignado. ¿Qué me ha obligo a estar obedeciendo contra mi voluntad sin dar rienda suelta a mi cólera con su sangre? Será mi naturaleza cobarde, mi debilidad. ¿Qué hubiera sacado haciendo justicia? La justicia la habría hecho el poderosos conmigo haciéndome pasar media vida en prisiones, y aun ganarían dinero conmigo haciendo hacer trabajos forzados. ¿Habrá alguna solución a toda esta violencia y barbarie? Parece todo el mundo interesado dejar las cosas así. Incluso los oradores del cambio firman acuerdos que nos llenan de ignonimia y estupor. Me alejan de ellos con su falta de moral y de principios. ¿Será su ideología un producto de su disonancia cognitiva? ni siquiera en su cinismo, les acarrea la más minima tensión moral sus mentiras. Vedlos con que naturalidad se comportan los hipócritas colocados en cualquier manifestación de poder, sindicatos, ong, o asociación a defender a los pobres; y los pobres ¡imbeciles! resignándose pacientemente a serlo, viendo estúpidamente como hablan de ellos sin hacer nada. Algunos de soportar tantos discursos, intrusiones mentales, y buenas intenciones hasta la rabia y el odio les han capado. Sus amados protectores, freno de las aspiraciones de los desposeídos, una vez han convencidos a estos de las bondades de la paz social y de aguantar la pobreza sin violencia.
No conduce a nada la sangre- gritan desde las tribunas.
Tras el discurso van a cobrar su talón, asegurando tranquilidad a los cuellos burgueses de su única pandemia posible, la Guillotina.
Para salir de esa situación Manuel buscaba gente de principios semejantes. Unidos entre todos podrían emanciparse, solo con el colectivo podría salir adelante, de forma individual estaban destinados inexorablemente a la esclavitud.
La pobreza moral y física de las fábricas: nido de gente viciosa, mala, cruel, codiciosa, alienada. Sucios, llenos de violencia contra todos, contra la vida, contra sí mismos, pero sumisos e influenciables al poder, en esos centros de internamiento o de trabajo pululaba la llamada clase trabajadora. Merecidamente tenían ganado su último peldaño en la existencia humana.
Para desilusión de Manuel entre los libertarios no le fue mucho mejor que entre los fascistas de las fábricas.
Reinaba la apatía y la resignación de saberse perdedores. Escollados y residuales, sin dar un enfoque vigoroso a la ideología del s XIX, o con la praxis poner en marcha proyectos colectivos y hacer frente al zarpazo dado por el capital a millones de heridas existencias. Sus miembros habían caído en la depresión del negativismos y del derrotismo, hasta esta palabra la transformaron para que significara lucha social.
El enemigo era un gigante que no paraba de crecer, en ellos las fuerzas menguaban por abandono en sus filas. Era una hidra el burgués: le cortas una cabeza y le salen dos. ¿Contra eso, como luchar? Algunos se preguntaban si no sería mejor aceptar el individualismo y empezar a hacer la revolución interior.
Los había que desertaban de sus filas o no ingresaban por tener pareceres diferentes mostrados en algún comentario de opinión sin mucha importancia pero elevado a motivo para irse o vivir sus principios de forma individualista. Esos eran los anarco- singel.
-¿He de ir yo con esos? para mi esos no son anarquista ni nada, yo no pienso como ellos, así que me voy, yo pensaré por mi y haré la revolución desde dentro de mí, yo soy mejor que ellos.
La discusión podía deberse a que un compañero se indignara por la incultura sindical de otro al no saber quien era Malatesta u Owen.
Los había que se iban por motivos más coherentes, donde la soberbia individualista del saber o los motivos emocionales de las discusiones no eran el componente del abandono, y si la falta de iniciativa.
Manuel, llegado a estos extremos en unos tiempos de relativismo incoherente, volvió a mirar a sus perros: luna, Blaqui, Boira.
Dependían en cierto modo de él y eso le aterraba. Pedían poco: un plato de arroz con algún hueso viejo, o una ligera ración de pienso imposible de empacharles.
-Si la crisis sigue así no se que será se vosotros- le decía a luna, mientras continuaba con el aseo de su brazo.
La observaba tratando de divinar a través de inferencias que vida pasada arrastraría ella y los otros.
Recogió a luna en una cuneta hacia un par de años.
Una calida primavera del mes de Abril, la brisa embriagadora llenaba de aromas el monte. La vida discurría marcada por el reloj biológico del deseo del celo en hombre y animales.
Aparco el coche Manuel para cargar agua de una fuente cuyas gotas manaban ya escasas, anunciando sequía en estas tierras deshidratadas. Aburrido de ver como no terminaba de llenarse las garrafas, mientras la lenta procesión caía se acerco atraído por el amarillo de la avena salvaje reseca y polvorienta a un bancal.
Escucho un lamento, se acerco, vio una sombra retorcerse de dolor.
Con más detenimiento exploro entre la hierba, y encontró una perrita jadeando medio inconsciente. De estampa cazadora, parecía una podenca andaluz. Tenía una piel cubierta de pelo corto, de hermosa figura con los colores de la más regia fauna silvestre. Blanco salpicado de manchas marrones. Su tamaño era pequeño, muy utilizado este animal sufrido y trabajador en la caza de la perdiz. El animal no se entero del observador ocupada en el dolor. Emitía un ligero gemido, apenas perceptible, lleno de resignación y dolor ya abandonada toda esperanza de salvación, siendo ese su sordo consuelo, su adiós sin contestación y sin importarle a un mundo silencioso.
Su cuerpo, más pequeño de su tamaño real, estaba como la uva cuando tras secarse se convierte en pasa, aun así era hermosa su heroica silueta.
La causa de sus desdicha, es la natural tras ser abandonada. Desconcertado el animal deambularía vagabundeando por la carreteras hasta que paso lo inevitable, un coche la atropello. Tras acariciar Manuel al animal, le miro con cara de extrañeza para volver a caer la cabeza al suelo y seguir gimiendo. Intento levantarlo para examinar las heridas, no podía caminar tenía las dos piernas traseras inútiles y el vientre inflamado como un enorme balón de futbol apunto de reventar, seguramente el coche debió impactarle o pasar por ese lugar de su cuerpo.
Manuel se fue rápido al agua, con una navaja corto una garrafa de plástico donde puso agua. Fue hacia el animal, lo reanimo y le dio de beber.
Se desesperaba por beber.
Manuel le quito el agua para que no le sentara mal, desconociendo cuantos días llevaría sin hacerlo. Su cuerpo inerte estaba lleno de pulgas y garrapatas. La estaban devorando viva. Al no poder rascarse para quitárselas por estar impedida de la patas de atrás, y tampoco tener la movilidad necesaria para salir de allí, estas hicieron de su cuerpo un banquete. Acudieron invitados a tan generoso menú todas las pulgas, ácaros, garrapatas del lugar. Por su cuerpo invadido hacían tal procesión, llegando a ser difícil distinguir que era perro, o que era conjunto de pulgas.
Manuel la recogió y la llevo a casa. Le volvió a dar de beber y algo de comer suave, luego la limpio de pulgas y garrapatas, al día siguiente fue al veterinario y la curaron.
Luna la llamo. Las muestras de gratitud de Luna por su resucitador eran observables en un abanico de muestras de cariño.
Blaqui se acerco a olfatear a Manuel en busca se su caricia, acerco su enorme cabeza de pastor alemán y recibió unos cariñosos golpecitos en su frente, una ligera caricia descendió hasta bajo de su barbilla mientras estiraba el cuello para que lo acariciaran en esa posición. Era extraño encontrar a un perro de tanto valor abandonado, pero ni los animales, ni las personas considerados bellos se libran de pesares. Manuel siempre hizo conjeturas acerca del destino de este animal. La que más le gustaba era la hipótesis de un divorcio y su venganza. Estos animales son caros de comprar. Blaqui era de un tamaño impresionante con sus más de 50 kilos y en altura con casi 1, 70, era un macho grande, sano, fuerte, regio en figura y carácter. De ladrido agudo que intimidaba. Un animal con estas característica para cuidar una finca son cotizados y requeridos. Manuel solía pensar en Blaqui convertido en regalo de alguna pareja, o al hijo de un joven matrimonio. Debieron de separarse, al hacerlo seguramente el varón decidió vengar su desamor como lo hizo.
Lo encontró Manuel paseando con Luna a medio kilómetro de un vertedero, oculto entre unos garroferos. Un aullido lastimero lanzo a Luna hacia la victima indefensa de alguna venganza. Manuel siguió a Luna.
Lo encontraron frente a ellos atado. Su pena consistía en morir de hambre, sed y soledad. No llevaría más de un par de días, se le notaba algo desgastado, pero fuerte. Era noble de carácter, les recibió con simpatía a sus dominios menores de un metro, lo que daba la cadena, justo para tumbarse y sin poder evitar hacerlo sobre sus excrementos. Inclino la pata delantera en señal de paz y amistad.
Al principio Manuel no podía creer ver a un animal semejante con ese destino. Lo observo, le dio la poca de agua que llevaba, la engullo de forma inmediata. Lo soltó y empozo a correr alrededor de ellos jugando con Luna. Manuel aprovecho para inspeccionar el lugar. Sin ninguna construcción alrededor, ni persona ¿Qué hacia en medio de la nada ese animal atado de esas maneras? ¿Quién, y por qué hizo eso? Sin aclararse en sus explicaciones, decidió volver a atarlo, para pasar al día siguiente, por si tenía dueño y mientras estaba trabajando lo hubiera atado, aunque por el lugar no se veía a nadie. Presintiendo que mañana el animal estaría en el mismo lugar, sin agua ni comida. Manuel llamo a una protectora animales del pueblo. La protectora de San Antonio.
Conocía a Adela una de las coordinadoras otorgándose el titulo de presidenta. Era funcionaria de hacienda de profesión, y casada con un alto ejecutivo. Pasaba su tiempo libre, por ser funcionaria abundante, delicada a la causa de los animales. Habitual de los periódicos locales y la televisión local, donde promocionaba la responsabilidad hacia los animales, comentaba sucintamente los éxito de la protectora junto con fotos muy tiernas del antes y después de recoger aun animal. Se mostraba perros, gatos, cacatúas y demás fauna rescatada.
Quedaron para ir a ver al perro, como el camino a recorrer era un poco largo y no se podía ir en coche, Adela delegó en Pepin un maestro jubilado de gran fortuna, poseedor de varias fincas del pueblo. Fueron Manuel, luna y Pepin.
El animal seguía igual, nada indicaba que nadie pasó a soltarle o a darle agua y comida.
Lo soltaron inmediatamente, dándole de beber y comer, que hizo de buena gana.
Bueno-dijo Pepin-parece abandonado. ¿Qué haremos con el? Yo la verdad es que no puedo tenerlo, estoy muy estresado ya que tengo uno pequeñito que recogí el otro día.
Llamare a Adela a ver que nos dice. Marco en su móvil, no con mucha precisión se podía escuchar la voz de Adela.
-Oye Adela, el animal esta aquí, es un pastor alemán magnifico, sin duda esta abandonado seguramente querían matarlo ¿Que hacemos con el? Yo no puedo tenerlo, tengo al pequeño Ivanhoe y mi mujer esta harta de perros.
-Ponme con Manuel- le dijo esta.
-Manuel, ¿a ti como te vendría mientras le encontramos un hogar tenerlo una temporada?
-Yo como sabes no tengo dinero apenas, preferiría que lo tuviera otro, pero si es imposible no voy a dejarlo en esas condiciones ¿Seguro de tantos como sois nadie puede tenerlo?
-Ya sabes como es la gente, y con la cantidad de perros que andan abandonados por el pueblo… si puedes tenerlo una temporadita nosotros te daríamos pienso, un veterinario lo miraría gratis, por medios tú no padezcas que tenemos de sobra.
Finalmente se lo quedo Manuel.
Adela y Pepin se pusieron otra medalla en su revista de perro salvado de una muerte atroz y dejaron que Manuel repartiera su poca comida con los perros. Las autoridades contentas con el voluntariado del pueblo evitaban de esta forma la ilegalidad en la que se encontraban de por ley deber de tener un servicio de protección y recogida de animales. Los animales deambulaban sueltos por todos los barrancos y casetas cercanas a la población, amen de por las carreteras. Los voluntarios poco propensos a ser subversivos y dóciles al poder, alguna vez algún díscolo aguijoneados por sed de justicia, protestaban ante las autoridades exigiendo alguna solución a tanta tragedia perruna. Amenazaban con denunciar la falta de interés y de infraestructuras obligadas a proporcionar el Ayuntamiento. Pero las autoridades, mayores conocedores del arte de la amenaza y del uso de la fuerza, acababan rápidamente anunciándoles que si les denunciaban estarían obligados a cumplir la ley, y lo harían con toda su sádica violencia realizando una perrera donde animal recogido, sería animal sacrificado. Los amantes de los animales callaban y aceptaban un chantaje que duraba años.
Observando la caricia a los otros dos perros llego la última a los brazos de Manuel buscando también atenciones. Era una perra muy vieja, tenia tantas mezclas que no se sabia lo que era, largo como uno salchicha pero lanudo. De las patas a la cabeza, no levantaba tres palmos. Hacia cuatro meses que la recogió. El veterinario cuando se la llevo Manuel le comento de la brevedad de su vida. Le faltaban la mayoría de dientes. Apenas veía, ni oía.
El animal no daba muchas molestias, con los otros no discutía, pasábase el día durmiendo. La despertaba Manuel a la hora de comer porque de lo contrario no se enteraba. Comía y se volvía a tumbar para dormir. No le gustaba salir de casa, se pasaba todo el día enroscada durmiendo. Boira fue el nombre que le puso. Era este animal vecino suyo, venía de Texas, barrio llamado así por recordar a la ciudad sin ley Norteamericana.
Este barrio se encontraba en las laderas de montañeta de San Antonio y Peña Creus. Formado por un conjunto de fincas destartaladas, uniformes, sin gusto. Cedidas por el estado a colectivos gitanos, donde al llegar lo primero que hicieron fue sacar el cobre para venderlo, el plomo de las tuberías de agua para lo mismo. Los pisos eran un autentico arca de Noe. Entre las numerosas familias en perfecta sintonía vivían subiendo y bajando escaleras: burros, pollos, patos, perros destartalados, que traía de sus antiguas moradas en los campamentos de los alrededores del pueblo.
Desfilaba por las calles sucias, llenas de aceras rotas y con las juntas negras de la porquería podrida, entre casas a medio pintar, con las fachas para restaurar, una tropa de 10 chiquillos de menos de doce años, semidesnudos desfilaban en calzoncillos entre las fincas. Sus padres les regalaron varias carabinas de aire comprimido pensando que la buena puntería sería cosa importante en su educación. Disponían de 4 carabinas se las pasaban en entre ellos. Primero disparaban a botes, cosa que les aburría, luego a la chapa de los coches, a las farolas, para después pasar a las lagartijas y pájaros causando con la buena puntería proporcionada por la práctica una gran baja en esta fauna. Probaron con la literatura, hicieron la representación de Guillermo tell, pero en vez de con ballesta y manzana, con rifle y una naranja.
Aburridos de estas prácticas decidieron hacer un juicio sumarísimo a una perrita. El animal ajeno a su destino iba contenta al lado de los gitanillos moviendo el rabo. Le pusieron un lazo y la llevaron a un algarrobo donde la ataron. Ella, toda pagada con la atención recibida les seguía alegre. Frente a ella se coloco el pelotón de fusilamiento, apuntaron e hicieron fuego. El animal empezó a ladrar despavorido, giro detrás del algarrobo pero no podía huir de las descargas ya que los gitanos giraban en torno a ella. Una anciana salio a su auxilio, pero estos chiquillos de sangre caliente excitados por el espectáculo no querían cesar la diversión, incluso una voz comento de cambiar al perro por la anciana. Al empezar a poblarse de gente y temiendo que viniera la policía se dispersaron, varios padre de las criaturas estando por allí increparon también a la anciana. La anciana rescato al animal, llamo a la protectora de San Antonio, pero como sus miembros estaban en un acto público con las autoridades no pudieron ir, la anciana volvió a dejar al dolorido animal en la calle.
Al cabo de los días volvieron a repetir la operación los gitanillos, nuevamente un vecino tras mucho rogar y amenazar con la policía consiguió liberar al animal. Huyo de allí subiendo despavorido a San Antonio donde Manuel la recogió y la curo.
Poco a poco oscureció del todo, y Manuel, Boira, Blaqui, Luna durmieron sin preocupaciones excepto Manuel.
Pasaron varios días de una monotonía aterradora, dando vueltas sin saber donde ir. Yendo y viniendo al paro en busca trabajo, a las fatídicas empresas temporales. En todos los sitios donde dejaba el curriculum le decían: Ya le llamaremos. Pero nadie llamaba.
Se escuchaba el rumor de que el estado tratando de evitar una sublevación daría a ese ejército de parados de casi millón y medio sin ningún tipo de cobertura social. Vividores de la caridad familiar o las amistades, una paga miserable, prácticamente alimentaria, evitando subversiones y la guillotina al burgués. Era esta la paga en la que la gente deposito sus esperanzas.
El rumor se hizo oficial en el mes de agosto, quedando en un acto de cruel injusticia.
Manuel y Ramón pensaron acudir a solicitarla. Tras el anuncio del gobierno las oficinas de los inems estaban repletas de personas, las colas salían por la esquinas y se escuchaban gritos a los funcionarios.
Seguro debe haber trampa Manuel en la propuesta del gobierno, de esos no te puedes fiar, solo quieren quedar bien ante la opinión pública y salvar el pellejo, solo le importa el fuerte, las empresas, el poder-
Ramón, será mejor que lo dejemos para otro día, de aquí no salimos hoy si nos metemos. Cuando estén más claras las cosas las cosas volvemos, seguro que ponen algún requisito para dar la paga, lo harán solo a unos pocos. Es un mundo de pocos, cuando estallo la crisis creada por unos pocos, les dieron para tapar a estos canallas financieros todo el dinero de nuestros impuestos. Carretillas de dinero volcaron en unos pocos, para ayudar a unos pocos empresarios y altos ejecutivos les entregaron toneladas de dinero, y ahora para salvar a los desgraciados que han creado siendo estos los que han contribuido a salvar con sus impuesto a estos pocos, también de los muchos pobres salvarán a unos pocos. Es un mundo de pocos.
Esta paga dirigida a un colectivo de millón y medio de personas fue restringida a menos de trecientas mil. La gente protesto en los bares, en las tabernas, sintió el odio acostumbrado al político, al empresario, a la vida, al destino, pero pese al reproche siguieron pidiendo a familiares, amigos. Resignados callaban como acostumbra el humilde. Unos pocos afectados con esa injusta ley se fueron a protestar solos. Por ser pocos y no estar apoyados por sindicatos, ni ninguna otra representación de ese estilo los cuales en su hipocresía se felicitaban por la medida. Se fueron a hacer justicia como solo sabe hacer el pueblo. Poco acostumbrados a exigir, y muertos de miedo ante los medios represivos del estado, tiraron varios huevos a la fachada del ministerio de trabajo y cortaron un par de calles para vengar su afronta.
Esta fue la justicia que aplicaron solo unos pocos, de los millones afectados indignados de ser los paganos de la famosa crisis.
Llego el día de la excursión a Ademuz. Acudió a la cita Ramón con un amigo interesado en el proyecto, un anciano llamado Álvaro, y una chica que había vivido en ecoaldeas llamada Judit.
-Bueno, vamos para allá- dijo Ramón tras presentar a Jacinta que no conocía Manuel, a Álvaro no hizo falta presentarlo por conocerlo.
- la verdad es que me han informado del proyecto y me parece fantástico. Yo he vivido mucho tiempo en ecoaldeas y estoy deseando formar parte de toda esta movida. Debemos volver al misticismo al mundo espiritual, rechazar todo lo científico. Fuera los coches, la electricidad, las maquinas, el progreso, volvamos a la naturaleza, al bosque, a la vida en común. Jacinta se exaltada enaltecida con su discurso, subiendo el ritmo casi sin respirar hasta acabar gritando.
-Bien dicho- le dijo Álvaro un anciano de cerca de 90 años. Su cara un tanto surcada por arrugas le imprimía carácter, reflejaba bondad, igual que vitalidad, para su edad estaba muy ágil siendo totalmente autónomo. En su personalidad pese a ser generoso y en cierta medida coherente con sus ideas, cosa extraña en estos tiempos, poseía el defecto de ser de fácil convencimiento. Cualquier persona que fuera contra la tecnología, las drogas, el estado, la acogía como el mayor de los amigos y le entregaba todo, dinero, casa, ropa. Siendo en algunas ocasiones estafado por sus buenas intenciones. Nunca llego a aprender la lección, una y otra vez le robaban sin que hiciera nada por evitarlo. Así vivía su fe en el ser humano, su creencia en la palabra, junto con la posibilidad de regeneración.
Jacinta era una chica de mediana edad, contaba con 45 años, rubia, poco atractiva. Tremendamente frustrada. El hecho de no haber tenido hijos le afectaba, al igual que ver a todas sus amigas casadas, con hijos, con casa. Para ella la vida ¿que fue, en que se convirtió? En nada. Todo lo que deseo se lo negó.
El amor, la energía principal del cosmos según sus palabras. Correspondido no lo conocía, no renunciaba a conocerlo, aunque manifestaba ansiedad por verse mayor y cada vez menos atractiva a los hombres. Jacinta fue vulnerable a la belleza, siempre se sintió fea, desgraciadamente porque en la indelicadeza del mundo se lo dijeron, pudo comprobarlo.
Amo locamente a un chico, iba todos los fines de semana a hacer el amor con ella. Tras el acto la dejaba en la cama con la falta de sus abrazos. Hasta que encontró una novia a su estilo, una vecina suya, de muy ven ver.
Ya no volvió ningún viernes a llamarle oculto desde le coche para a escondidas en el bosque darle su amor y dejarla en el abandonada y satisfecho.
A la nueva la paseaba por todas partes presumiendo de ella. La llevaba con sus amigos a los que Jacinta nunca conoció, incluso cuando la veía a Jacinta giraba la cabeza. En los trabajos a Jacinta tampoco le fue bien. Las pocas ganas de trabajar junto con su inconformismo y poca voluntad de hacer algo que le gustara le condujeron a un callejón sin salida. Tiraban fuerzas antagónicas en torno a ella. Su inconformismo justo y positivo, caía en la memez de los chacras. Su espíritu castigado por las emociones demasiado intensas de desamor y frustración social desemboco en la reivindicación del mundo espiritual. Intento trabajar, por presiones familiares y amenazas de sus padres hartos de mantenerla con más de 35 años en casa. Varias veces lo hizo en almacenes de naranjas, donde trabajaba 16 horas diarias a un ritmo agotable. Poco duraba en esos trabajos y trataba de evitarlos. Le estresaba pensar lo acontecido en ellos, pero en esa región levantina no había otra cosa.
Las compañeras, mujeres duras carentes de sentimientos, acostumbradas a trabajar como animales y a comportarse como animales. Una persona tan sensible y apenada, de creencias tan exotéricas era blanco perfecto para ser acosada. A través de Jacinta podían exorcizar el dolor y humillaciones reprimidas en sus corazones, tratándola como les trataron a ellas en algún punto de sus vidas.
Debieron sacarla del trabajo para ingresarla en un sanatorio unos días. Tal era el estrés y nivel de ansiedad causado por sus compañeras.
Tampoco se esforzó en formarse en alguna ocupación. Acobardada de la vida se refugio cada vez más en las hadas, los ángeles, la energía de la naturaleza y se perdió entre brujería blanca y la búsqueda de la paz interior.
–estamos en una revolución, pero es una revolución pacifica, sin sangre. Una revolución Individual. Yo he venido al mundo a enseñar el don de la paciencia-solía decir Jacinta con toda la razón sobre la perdida de la paciencia y la paz del mundo.
-Eso me preocupa- le replico Manuel-de esa revolución que viene individual. Reducida a un simple acto de conciencia, cuando el debate de la conciencia como el del alma ha sido superado; la revolución de verdad debiera aguardarnos. La de las gentes unida, la de los pueblos. La revolución y los revolucionarios están desapareciendo con esa conciencia derrotista individual. Eso de revolución a través de la conciencia es una memez.
-Tu que sabrás- contesto ofendida Jacinta- lo único que quieres es sangre, como ellos, eres un dictador, un fascista, vuestro único deseo es matar y matar. El mundo esta en un proceso…
-El proceso es el de siempre- respondía Manuel- una pobreza convertida en el genocidio de nuestras vidas. La solución: luchar para cambiarlo. Con la conciencia individual haces más fuertes a nuestros enemigos y con esa chorrada que han inventado de la paz social. ¿Paz social? nos están matando de hambre, explotando y esquilmando las riquezas naturales, mediatizando con sus programas de televisión. En poco tiempo serán nuestras mentes parte de su programación. Están diseñando el mundo donde vivimos. Eso si que es violencia. Los tratos a los inmigrantes, las pateras que dejan naufragar, las torturas en las comisarías, los despidos, la alineación, la extirpación de la personalidad, el culto al cuerpo, el individualismo. Eso si es violencia, las guerras que esta provocando, el hambre. Esa es la violencia ¿como quieres responderles, rezando? Ellos lo hacen con portaviones. Colocando policías en los bancos, en las fábricas para proteger a los ricos, tiene todo tipo de propaganda para darle la vuelta a la realidad y ¿que pretendes, rezar para que sean conscientes?
Jacinta girando la cabeza se puso a rezar dejando de hablarle. Para apaciguar las cosas Álvaro unos minutos después le hizo unas preguntas
-¿en que ecoaldeas has estado?
-Estuve en la de la Pesquera. Hay de muchos tipos y formas de ecoaldeas, en esa no tacábamos apenas el dinero. Teníamos una economía de subsistencia. Comíamos de lo que plantábamos, de vez en cuando hacíamos algo de artesanía tipo jabones naturales, algún que otro jersey o marroquinería y lo cambiamos por cosas que necesitáramos. Vivíamos en casa ocupadas reformadas por nosotros.
-Eso esta muy bien-dijo Manuel. ¿Sigues por allí?
- No, la verdad es que se disolvió debido a pequeñas discusiones. Sobre todo por temas de parejas y por la necesidad que pasábamos. De las 13 personas llegaron dos parejas, pero al poco tiempo esas parejas llegadas se disolvieron para irse con otros del grupo, hubo un poco de lío, nada grave pero si desagradable. El primer invierno fue muy duro, apenas teníamos para comer y siempre estábamos discutiendo. Las asambleas eran un follón hubo personas que no aguantaron y se fueron. Al necesitarnos todos e irse gente nos era imposible atender al ganado y las tierras, estas fueron siendo cada vez menos productivas, nosotros empezamos a pasar carencias. Al final no pude más y me fui, cuando lo hice quedaban 4 personas. Desconozco su final.
Álvaro cuyo sueño antes de morir tras haber pasado todas las injusticias del capitalismo era hacerlo de forma libre y en comunidad, dirigiéndose a Jacinta, conmovido imaginado la dureza de llevar a cabo esos principios de igualdad, equidad, libertad, moral, en un mundo donde escasean estos principios, le respondió:
-Es difícil en el mundo en el que nos movemos pese a tener tantas experiencias en Europa. de ciudades pueblos aldeas libres, siendo en la que estabas un intento por llegar al nivel de esa gente que vivían en libertad hace mil años. Muchas se formaron en la edad media, todos sus miembros eran iguales, hombre, mujeres, no dependían de ningún señor feudal. Las artes y oficios progresaban. En esa vida en comunidad y libertad esos afortunados seres humanos vivieron mucho mejor que nosotros. Lo que no comprendo es por qué no podemos materializarlo. Espero en este proyecto que intentamos hacer, sin ser tan ambicioso, por lo menos sea el principio para llegar a donde llegaron gentes, pueblos, de hace mil más de mil años.
Se hizo silencio. Llegaron a Ademuz. Les esperaban unas personas apoyados en unos coches. Estaba Melena al frente de la comitiva de bienvenida y la gente de Valencia, junto con el dueño de las tierras, Ernesto.
-Bien venidos-grita un Ernesto muy entusiasmado, hombre de expresión severa salido de otros tiempos. De aspecto del antiguo morador de estas tierra de aquellos conductores de merinos.
Corpulento como un oso, cubierta la cabeza de un pelo blanco y escaso peinado hacia atrás, nariz aguileña y frente despejada. Vestía como los hombre de campo, pantalón de pana y camisa blanca con cuadros azules de manga corta y una sandalias.
Al llegar se saludaron efusivamente todos en una ambiente jovial. Por un momento se creían con la posibilidad de dejar un mundo marcado por la codicia, el dolor, el sufrimiento para comenzar a caminar sobre un mundo de entendimientillo, concordia, fraternidad. Durante unos segundos Manuel y todos se sintieron felices. A los pocos minutos de llegar ellos, llego Raquel. Vestida para ir por el campo, con unos pantalones cortos que enseñaban sus enormes piernas rectas y delgadas.
Volvieron los abrazos y las muestras de cariño. El momento histórico para ese grupo empezaba con la señal de Ernesto de mover, empezaron a caminar.
Llegaron a la orilla del Turia, oscuro en sus aguas revueltas de color marrón por la cantidad de tierra que arrastraba. Las dos orillas estaban muy próximas, pero el caudal era incierto de adivinar su profundidad.
El calor era asfixiante a más de 35 grados y el agua tenía aspecto de peligrosa, ninguno se atrevió a bañarse.
Al llegar a unos paelleros donde un kiosco- bar se esforzaba en servir a unos clientes sin prisas. Sentados aguardaban a que un camarero con poco estrés les llevara los almuerzos, refrescos o cafés. Acompañaba la estampa campestre música tradicional de más de 40 años. Ernesto paro al grupo diciendo: ahora comeremos.
-Pero no íbamos primero a ver las tierras- pregunto una voz impaciente que rompía aquella paz.
-No, ahora comemos. Tu señalo a Ramón y a Raquel- ahí tenéis leña, esa esta comprada que la he pagado yo a los del kiosco, encender fuego que ahora iré a por la carne.
Todo el mundo obedeció las órdenes de Ernesto, fue a por la carne y a cambiarse.
Mientras Manuel cortaba leña y se la daba a Ramón que no se aclaraba a encender el fuego por estar un poco húmeda la leña. La gente de valencia se tumbo bajo un olmo y Melena acompaño a Ernesto cambiando con él muy serias impresiones a tenor de sus movimientos de cabeza. Al rato Manuel vio como avanzaban unos hombres, uno era Ernesto para meterse mejor en el personaje de hombre trabajador hecho a sí mismo se enfundo en un mono de trabajo atado como un franciscano con una cuerda. La paz duro poco.
-¿Qué no esta el fuego encendido, no sabéis ni encender fuego?- dijo Ernesto exasperado por la negligencia de estos.
-Es que esta la leña húmeda, a ver si tu lo haces mejor-le contesto Ramón furioso.
En un momento encendió Ernesto el fuego para rabia de los demás.
Veis como se hace- se jactaba satisfecho de su superioridad. Os digo esto porque yo he pasado a veces 3 y 4 meses en el monte, es como se aprende, el que no ha paso ese tiempo en el campo, no sabe nada.
Jacinta entre tanto empezó a cantar su oración de karma ya que era la hora.
-¿Qué le pasa a esa?-pregunto Ernesto.
-Nada que tiene que hacer sus ejercicios de meditación- comento Raquel rápidamente respondió sin conocer a Judit. Intuyo con la agudeza característica de Raquel de que se trataba. También ella era simpatizante de este tipo de corrientes tan frecuentes hoy en día. Ernesto desconocedor de estas moderneces, más orientado por su edad a la pedagogía dada por la guerra civil. Buen conocedor las hambres posteriores, la represión, las guerra de Ifni en la que intervino, el abandono del sajará occidental. Miraba perplejo a Jacinta. Después de su cuarto de hora de meditación empezó a bailar para todos. Los lugareños, por ser de costumbres y uso rudos, también estaban asombrados.
Empezaron la comida, teóricamente invitación del anfitrión Ernesto.
Comieron tras discutir Ernesto con sus atormentados huéspedes ya que varios eran herbívoros y se negaban a comer carne.
La única vegetariana que declaraba serlo y comió carne fue Jacinta.
-¿Pero tu no eres vegetariana? le pregunto Álvaro.
-Si, pero veras yo soy vegetariana desde hace 8 años, como carne solamente hoy. Después de tanto tiempo estoy por encima de todo eso, un vegetariano no siempre debe comer verduras, un día es un día. Hizo una oración bendiciendo la carne metida en el pan. La alzo sobre su cabeza a los cuatro puntos cardinales, tras el ritual, seriamente empezó a comer con la conciencia tranquila. Como estaba por encima de la dictadura del nominalismo de la palabra vegetariano, y tenia buen apatito, la longaniza más grande y jugosa la metió entre pan acompañada de carne magra. La devoro con ansia, casi se atraganta de los bocados tan rápidos, los chorretones de grasa se deslizaban por sus labios, se lavaba con las manos para no gastar contaminante papel e insultar a la naturaleza.
Los vegetarianos diferentes a Jacinta se negaron comer, irritaron todavía más a Ernesto. Al finalizar la comida, en un ambiente de poca paz pese a las oraciones a los espíritus del río de Jacinta, Álvaro y varios compañeros unidos en estas creencias. Tras ahuyentar los espíritus malignos con hierba buena ungida en agua seguía todo igual. Al finalizar la comida vino la sorpresa.
Ernesto se quito la gorra y la puso sobre la mesa.
-Aquí no se regala nada. ¿A cuanto salimos?
-¿No era gratis la comida? dijo un asistente.
-De eso nada, yo no regalo nada, ni la comida, ni las tierras ¿Qué os creéis?
Saco el ticket de la compra y dividió por los asistentes.
Melena para solucionar el cabreo de sus futuros socios añadió:
-Bueno, pues si tu cobras a los desempleados, yo no voy a ser menos, las botellas de vino que he traído e iba a regalar también las cobro, súmalas.
Los asistentes miraban asombrados viendo como se intercambiaban ticket e iba subiendo la cuenta.
Cuando lo calcularon sentenciaron al unísono:” son 14 euros por barba”
Pues yo no tengo nada- dijo un tal Luis.
-En el pueblo hay cajero, luego vas y me pagas- fue la respuesta de Ernesto.
Hubo dudas en la recaudación, les faltaba dinero. Volvieron a calcular e ir señalando y anotando quien no había pagado, pero aun así no salían las cuentas. Se equivocaron en la suma y la división, más gente se unió a la tarea del cálculo. Faltando unos euros y dejándolo por tarea imposible, marcharon a las tierras.
Se dirigieron a las famosas tierras sin un duro los asistentes y algunos ya con deudas.
Manuel rondaba a Raquel, le contaba sus esperanzas y anhelos. La voz de Raquel era dulce como su mirar.
Ernesto en uno de sus ataques de desconsideración, con un acento de desagrado por no ser gente como esperaba, reñía a los asistentes. La emprendió con los que se paraban a la sombra.
-¿Qué hacéis a la sombra? Venga desfilar que estamos cerca, e ir por el sol no calienta tanto, debéis acostumbraros al sol.
Sobre todo tú-decía Ernesto señalando a Raquel, el sol sobre su blanca y desnuda piel en hombros y parte de la espalda empezaba a castigársela estando a casi 40 grados. Ernesto recordando a lo mejor el desierto, o por propio despotismo tenia el antojo de que fueran por el sol.
-Pero bueno-le respondió- a que viene esa chorrada, usted no me dice a mí por donde tengo que ir. ¿Quién se cree que es?
Ernesto callo. Pararon en una fuente que daba a su finca a beber. Jacinta se tumbo. Ernesto al verla la amonesto.
-¿Pero que haces tumbada? ponte como las personas, haz el favor muchachita.
-Creo que se esta pasando, ya esta bien de mandar-le dijo cabreado ramón.
Ernesto volvió a callar para responder a la pregunta de Melena.
Entusiasmado miraba no lo que había, zarzales, aligas, ribazos llenos de malas hierbas. Melena con visión de futuro veía caballos y niños abrazándolos, cabras y cooperativistas pastando felices como los pastores de Jorge Manrique. Sin tener en cuenta que la granja por situarla en la ribera, el Ayuntamiento jamás le daría el proyecto de obra. A la primera inundación los caballos, las cabras, las vacas, las personas hubieran ido río abajo. Para animar a todos y dar un golpe de efecto con el que animar a la una tropa flaqueante de ánimos, Melena como hombre preparado en quien se podía confiar saco: el PROYECTO.
-Mira Ernesto, la última vez que estuve hice un proyecto de lo que será la granja escuela. En este árbol empiezan tus tierra, por aquí estará la empalizada, la haremos de arbusto naturales tipo cipreses para no maltratar nuestra madre tierra, aquí en el centro donde están los nogales irá la granja, ved todos como será, igualita a esta dibujada.
Era un dibujo infantil de una casita, se suponía la granja escuela, con un sol en lo alto del cielo. La casa de tejado a dos aguas con chimenea y una pequeña torre con pináculo del tipo de los relatos de cenicienta. Representaba con un trazo débil dentro de un trazo más grueso lo que serían las tierras de cultivo. En ellas se podía leer dentro de las fronteras del dibujo: cebada, a su lado trigo, una nueva frontera de carbonilla y avena, así con muchos cereales, frutales…Todo bajo un sol sonriente. Ese era el gran proyecto. Ernesto protesto.
-No, no, no, aquí donde pone remolacha no es mi finca, esta mal.
-No puede ser, el otro día me dijiste que era hasta el campo de manzanos, ves la línea llega hasta el campo de manzanos, si hasta lo he escrito, ves, campo de manzanos.
-Pues- respondía cabreado Ernesto- eso no es mi finca, no tiene esa forma, no puede ser, estas muy equivocado.
Melena sintiéndose observado por todos y pensando que podría perder su autoridad quedando en ridículo como un incapaz ¿ese será el que lleve el proyecto? Opinaba Melena que de él pensarían. Por ese motivo empleo su arma más terrífica y convincente: el chillido y los gesto nervioso- agresivos. Zarandeaba excitado el papel, lo elevaba por su cabeza, lo bajaba, se lo llevaba a los ojos, lo mostraba a los ojos de los demás, miraba el espacio real. Veis, Veis, los manzanos y señalaba en el papel donde ponía manzanos, sin poder sobre el grupo que entro en la discusión. Todo el mundo quería opinar y corregir si fuera pertinente el PROYECTO. Aprovecho para descansar Manuel al lado de Raquel, entablaron bajo un manzano una conversación intima. Manuel se enamoro de ella, acurrucados entre los sonidos de los cantos siux de Jacinta y Álvaro junto las discusiones por el plano; Raquel y Manuel hablaban con las manos entre lazadas acariciándose. Desde ese momento caminaron las siguientes horas juntos, hablando entre ellos, de vez en cuando debían repetirse la oración por interferir la voz aguda de Ernesto maldiciendo a alguien. Melena caminaba a su lado cabizbajo sintiendo una gran vergüenza, deseaba desaparecer de la mirada de todos. De haber podido pedir solicitar que la tierra se abriera y se lo tragara, lo habría hecho. ¿Cómo iba a ser el jefe? Ya pasará el día- pensaba.
Manuel las pobres expectativas puestas las daba ya por perdidas, menos la de estar con Raquel nada tenía sentido. No era la primera vez que le pasaban situaciones de este tipo. ¿Seria que no hay esperanza de salir de una humanidad tutelada por siniestros estados? En su vida conoció a gente de ecoaldeas anterior a Jacinta. Más o menos se parecían en personalidad. Incluso visito unos días una, y aunque en algunos aspectos estaban muy avanzados; por ejemplo trabajaban solo 4 horas diarias, el dinero era guardado en un fondo común y quien necesitara cogía lo necesario sin que jamás hubiera habido problemas de robo ya que todos eran muy conscientes de los demás. El amor que se profesaban, siempre se estaban abrazando. En algunos aspectos eran muy avanzados y conmovedor notar la armonía y felicidad entre ellos. Pero le molestaba a Manuel el miedo que experimentaban a cuestiones científicas de las que no se podía hablar, siendo tratadas de tabú para no romper la paz social, unos rituales espirituales sin ningún sentido para Manuel, algunos importados de tribus sin tradición con las nuestras las Iberas y Celtas, por ejemplo de Siux, Apaches. La que visito le fue grato y llego a casa lleno de esperanzas de haber estado con gente más pacifica conocido en su vida y la primera vez que conoció el colectivo y las grandes ventajas de la vida en colectivo que quitando fuera de esos espacios no se reproduce. Aun viviendo 6 millones o 12 millones de persona en un mismo espacio no tiene esa masa nada que ver con una vida colectiva, son una suma de individuos tutelados por un estado y completamente solos. Le causo un gran impacto, pero demasiado alejado de su forma de vida, no entendía a estos seres humanos, ni se veía capacitado para soportar el peso de la vida en común, era un aprendizaje en el que en cierta medida tendría que renunciar a él. Luego estaba la aceptación de sus costumbres en las que le sería muy difícil participar.
Gente de un ideal paralelo, pero con una línea más materialista, ideológica y de lucha frontal cuerpo contra cuerpo era lo que esperaba encontrar en sindicatos anarquistas pero carecían de un espíritu revolucionario, incluso estaban absorbidos por la revolución individualista-interiorista.
La cuestión era ¿ Por qué pasaba esto?
No renuncio a esas ideas de libertad, sobre todo en tiempos de crisis, donde fracasado el modelo capitalista, la razón les avalaba. ¿Por qué no poner en marcha trabajos sin patrones, trabajos en comunidad?
Aquello distaba mucho de sus intenciones, señal de cómo estaba la gente por las razones que fueran: la pedagogía única del individuo, el capitalismo, la tecnología… eran las asambleas. Sin jefes, todo el mundo soberano podía expresarse. Nadie lo hacia, siempre la llevaban dos que manejaban la voluntad de los demás, así los embarcaron en la tontería de la granja escuela. Estaba tan mal preparado el proyecto, del que carecían, que para creer en el se debía ser un crédulo o una persona sin voluntad, ni iniciativa. Eso es lo más abundante en este tipo de organizaciones, las razones es nuestra naturaleza propensa a ser sometida. Cuando más humillados más agradecidos, cuando más esclavizados más seguros nos sentimos.
Fueron a dar con Melena y Ernesto en esta asamblea, no tuvieron mucha dificultad, ni oposición en embarcar a la gente en esta idea irrealizable.
Mientra Manuel que caminaba como un autómata sin escuchar las discusiones de Ernesto y Melena, embriagado por el roce de la mano de Raquel. Ernesto continuaba su inagotable discurso:
-Veis esto, es mío y esto-les decía Ernesto.
Melena, para que todo el mundo volviera a confiar en el hombre práctico que era como ejemplo de su previsión ideo un plan para limpiar el inmenso solar de zarzales y aliagas.
-Aquí, a partir de mañana se queda un tío, o en unos días vendré con cabras, las cabras se comerán todo esto, esa será la forma de limpiarlo.
Estaba satisfecho de su intervención pública y de su autoridad sobre los asistentes, se quedo un poco decepcionado porque nadie aplaudiera.
Llegaron a una caseta de herramientas, una construcción de menos de 20 metros cuadrados, sin ventanas, con una puerta de hierro custodia de unas humildes herramientas de campo. Lo gracioso de la casita era el estar cubierta por una parra que la envolvía de esquina a esquina y un grifo a modo de fuente dando la bienvenida al visitante de tan poco visitado rincón del mundo.
-Es suya esta casa-pregunto Álvaro.
-No, es de mi vecino, yo ni regalo quisiera esto, a partir de aquí es de mi vecino pero esta tierra no velen nada, eso ni regalado.
Los campos señalados como malditos estaban cuidados, a diferencia de los de Ernesto, este los tenia en estado de abandono esperando un comprador con ganas de coger el arado para abrir la dura tierra sepultada por una corteza soldada por el sol y el desuso. Los campos de su vecino parecían un edén. Todo era comestible al hombre, lechugas, tomates, pimientos, vid, berenjenas, bachoqueta, manzanos, perales, cerezos… su fruto alimentarían aun pueblo, no a solo un rebaño de cabras.
Jacinta al ver un árbol grande y esbelto desato la furia de Ernesto. La moza de fácil sentir y emocionar al ver un enorme olmo fue corriendo a cargarse de su energía. Lo abrazo, Álvaro al ver ese acto de amor a la naturaleza tan bonito también fue, juntos empezaron a abrazar y a escuchar al árbol. Ernesto desesperado empezó a gritarles:
-Vámonos, hacer el favor de dejar el árbol, no tiene la más minima energía, ni nada, encima es de mi vecino. No es milenario, lo planto su abuelo que era un ladrón y tenia tratos con los maquis, ladrones, esa familia no es más que una familia de ladrones.
Jacinta y Álvaro llenos de energía obedecieron. Nadie hablaba de hacer la granja escuela, todo miraban los relojes con ganas de irse.
Llegaron al parking de nuevo desilusionado en parte pero sin ganas de abandonar el proyecto.
Seguiremos en contacto la semana que viene, haremos una reunión.
Manuel consiguió de Raquel la promesa de que irían de viaje a ver lugares que tenia interés de visitar.
En el coche discutieron de los acontecimientos Ramón, Álvaro, Jacinta y Manuel.
-¿Cuál es vuestra opinión? Pregunto Manuel.
-Yo la verdad, estoy un poco despagado-contesto ramón-pero claro hay es cuestión de verlo, igual puede hacerse.
-Ah-dijo Judit indignada y empezando a gritar- pues claro es factible hacerlo, eres energía negativa, si te ponen así en plan racional no se haría nada, yo he sentido una gran vibración, eso es buena señal. Hay que formar ya la cooperativa, pagarle a esta gente y empezar cuanto antes.
-Jacinta tiene razón-comento Álvaro- hay que hacer algo, no hace falta pensar tanto yo si son doscientos o trescientos euros mañana los saco del banco y se los doy a Melena. Esta gente puede estar algo perdida, pero intentan hacer algo.
-Yo no lo tengo tan claro- dijo Manuel- el proyecto es inviable con trescientos euros de 15 personas no se construye nada. Las cuadras, los caballos, los especialistas en educación, la viabilidad. Yo no digo de no realizarse este tipo de negocios, pero es para gente que conozca el oficio. Hacen un proyecto, se van al banco y piden el préstamo supongo una cosa de esta envergadura valdrá más de medio millón de euros, todos nosotros apenas podemos recoger más de 3000, con mucha suerte.
-Eres un gafe, empezó a amonestarle Jacinta, las personas que vais de racionales son los que habéis creado la crisis actual, por eso en las ecoaldeas no las queremos, noto que no tienes tu parte espiritual equilibrada, eres igual que los capitalistas. Si no quieres apuntarte peor para ti, sufrirás en las fabricas, allí sabrás lo que es bueno. Nosotros estaremos en sintonía con los espíritus y la tierra.
-Mira Jacinta-le dijo Manuel- aquí no todos somos de tus creencias, respeto el espíritu sin creer en el, pero eso es otro tema. No todos venimos de movimientos de ecoaldeas, algunos no hemos llegado hasta aquí leyendo ni a Jorge Bocay, ni a Buda, ni a Confucio. Sino a Bakunin, a Marx, somos materialistas, a mi no me vengas con rollos de si soy o no espiritual, o tengo mal lo chacras, seguramente como tantas otras cosas tendré mal. Aquí se trata de emanciparnos, de salir de la dictadura burguesa, de luchar por la vida, llegar al autoempleo dentro de nuestro enfoque donde el trabajo y la vida no tiene porque ser un infierno. Haciendo lo que ellos proponen estaríamos peor. Muchos compañeros y compañeras la crisis les ha puesto en una gran fragilidad económica y el dinero solicitado por esta gente lo necesitan para comer. Yo soy el primero necesitado y sinceramente no me fío. Todo han sido mentiras, la cesión de tierras se convierten en compradas, no sabemos si en ese lugar se puede construir, te recuerdo que es una rivera de río, y un sin fin de cosas, casi nada cuadra.
-No quiero oírte, cállate, traerás mala suerte.
-Suerte, pues fíate, ya ves que gran proyecto, el dibujo en un folio de una casita con un sol y nubes, si crees eso, tu veras.
Manuel sin ganas de discutir callo el resto del viaje desesperanzado sin saber cual era su sitio en el mundo.
Por un lado el enemigo burgués exigía su carne para sus fábricas.
Por otro lado los anarquistas hundidos en el individualismo, carentes de su propia ideología se habían empastado en una argamasa de otros colectivos que venían de residuos religiosos. Pululaban afiliados cristianos antiabortistas humillados ante dios. Los había buditas, practicantes de yoga, o de un mundo espiritual mitológico de hadas, ángeles…los había individualistas que trataban encontrar al colectivo, solo y solo si se veían reflejados en la coincidencia de sus ideas fusión, mezclaban Bakunin con Confucio, a los siux con Hegel , el colectivo con el individualismo, para relativizar la moral y los principios según conviniera. La conclusión era que el individualismo era el vencedor del ser humano entendido como animal social. La formulación Aristotélica debía reformularse. El ser humano es un ser individual.
Al llegar a casa Manuel volvió a la compañía de sus perros, a la desesperanza absoluta, si ya tenía pocas esperanzas, ahora ninguna.
Contemplo el silencio de las ausencias.
Esa tarde le dio por añorar a su familia, cosa extraña en él, duro un par de minutos.
Acostumbrado como gran parte de la población a vivir sin saber sus familiares. Manuel no los veía desde hacia más de 8 años. Se sentía orgulloso de ese dato, por eso le extraño el tener esos sentimientos. Al fin y al cabo la familia es el bien de unos pocos en detrimento de la humanidad. Le molestaba que muchas familias ayudaran a sus miembros, eso era muy malo para el mundo. Se estaba produciendo el hecho de familiares que desde hacia tiempo no sabían unos de otros, por la crisis se visitaban esperando sacar algo.
A ver en la visita si al primo le iba bien, y podía colocarle, o hacerle algún favor. Las familias a día de hoy para horror de la humanidad y agravar la crisis se seguían ayudando exclusivamente entre sus miembros, con su horrorosa injusticia.
Podía observarse en la crisis económica del 2009 familiares ayudándose entre sí con todo lo perjudicial que conlleva. Al hacerlo se ayudaba en detrimento de otro más necesitado. Igual pasaba en las empresas. Primos, sobrinos, tíos, cuñados, yernas…aun siendo menos cualificados que un desconocido era empleados por el familiar. Sumiendo en la pobreza a otro de distinto grupo sanguíneo.
Manuel nostálgico y a su vez asqueado del mundo necesito llamar a Raquel. Tuvo una conversación sin transcendencia, respiro al escuchar su voz, quedaron para el día siguiente dar un paseo.
Al colgar quedo todavía más sumido en un dolor interno, con un mal presentimiento. Se tumbo en la cama observando como por el pasillo jugaban Luna y Blaqui a perseguirse. Pensaba en Raquel, en la profunda atracción sentida hacia ella. Por experiencias pasadas recordaba lo cambiante de la naturaleza humana, y más de las mujeres. Presentía su inminente sufrimiento.
Sobre las mujeres siempre sintió curiosidad, pero era torpe para entenderlas. La naturaleza conservadora de estas, debido a su biología, por mucho que intento educarse y comprender, no pudo superar ciertos dilemas.
El mundo femenino lleno de sensualidad, deseo, fragilidad, emocionalidad. Siéndole atrayente, también encontraba en el algo repulsivo. La forma de ser de las mujeres era un misterio, y les temía.